Después de varios años de inversión y apuesta al desarrollo tecnológico y a la innovación, la apuesta ecológica de Enrique Pescarmona empieza a dar sus frutos. Impsa Wind, la división dedicada al diseño y fabricación de aerogeneradores, construcción de parques eólicos y administración de estos complejos y venta de la energía generada, tiene por delante un futuro de expansión y crecimiento, lo que impactará en la economía, las exportaciones y el empleo de Mendoza.
Después de años de inversión y apuesta por la innovación y el desarrollo, la filial de Impsa creada en 2004 ha tenido un crecimiento exponencial. Sólo para este año, la fábrica de aerogeneradores con dos plantas en Mendoza, una en Brasil y otra en Malasia tiene contratos firmados para la construcción de 27 aerogeneradores y acuerdos en trámite para fabricar otros 220 molinos que se instalarán en futuros parque a construir en Argentina, Venezuela, Malasia, Brasil y Uruguay sólo entre 2011 y 2012.
Nunca antes como este año, la empresa con sede en Mendoza tiene tantos contratos por delante. Según detalló Mario Chechi, gerente de la planta I de Impsa Wind en Mendoza, para esta año ya se han firmado contratos para la construcción de 12 molinos, que permitirán duplicar la generación de energía eólica (de 25 MW a 50 MW) en el parque que se construyó en el Valle de la Puerta, departamento Arauco, La Rioja. Esta obra, la mayor de energía eólica que tiene en marcha la Argentina, demandará una inversión de 279 millones de dólares.
Se construirán también 3 aerogeneradores para Malasia y 12 más para Venezuela, aunque sobre estos no hay precisiones en cuanto a cuál será el monto total invertido, señaló Chechi.
En trámite para la firma de los contratos de concesión, está además prevista la construcción de 24 aerogeneradores para Venezuela. Esto es parte de un plan integral firmado entre la empresa y el Gobierno venezolano para que este país tenga en 2013 cuatro parques eólicos funcionando en la península de La Guajira, en Pueblo Nuevo, Los Taques, en Araya y en Nueva Esparta, que se suman al de la península de Paraguaná.
En paralelo, Wind avanza en la concreción de dos obras importantes en la Argentina. El primero de ellos es Malaespina I (50 MW) y II (30 MW) en Chubut. Sólo para este parque, está prevista la construcción de 38 aerogeneradores. En carpeta, junto con Malaespina en Chubut, la empresa avanza con la construcción de otro parque en la Patagonia argentina como es Koluel Kaike I (50 MW) y Koluel Kaike II (25 MW) en Santa Cruz. La inversión para el desarrollo de los parques de Chubut y Santa Cruz será de U$S400 millones y se espera que estén concluidos entre 11 y 15 meses después de la firma del contrato. Proceso aún en trámite.
También en Argentina, avanza la construcción de un parque eólico en Santiago del Estero, que contempla la construcción para este año de 4 aerogeneradores.
A estas obras se suman la construcción de los parques de Brasil y Uruguay. IMPSA Wind firmó un contrato con la compañía Hidroeléctrica de San Francisco (CHESF), que sella la entrada de CHESF en el mercado de la energía eólica y pone en desarrollo al primer parque de la empresa.
El parque será instalado en el municipio de Casa Nova, en el estado de Bahia, y está planificado para entrar en operación durante el 2012. El monto del contrato se estima en U$S 360 millones.
Para el proyecto, Impsa será responsable por la provisión de 120 aerogeneradores de 1,5 MW, todos de fabricación propia. Las máquinas poseen un rotor de 82 metros de diámetro y cada torre mide 100 metros sin el rotor. Casa Nova representará el mayor parque de Brasil, con una capacidad instalada de 180 MW, suficiente para abastecer a 320 mil hogares.
En Uruguay, Impsa ganó la licitación para construir uno de los tres parques eólicos que este país va a poner en marcha para diversificar su matriz energética. Desde Mendoza, el gerente general de Impsa Wind, Emilio Guiñazú, explicó que la adjudicación de uno de los tres parques eólicos que se construirán en Uruguay demandará para la empresa una inversión cercana a los U$S100 millones, necesarios para la construcción e instalación de 34 generadores con una capacidad cada una de 1,5 MW de potencia. Impsa deberá buscar financiamiento en los mercados extranjeros para conseguir los U$S100 millones que demandará la obra. Dinero que irá pagando con lo que luego recaude por la venta de la electricidad generada a la empresa estatal uruguaya (UTE), una vez que el parque esté en funcionamiento.
Según adelantó Guiñazú, se espera que en marzo empiecen los trabajos que tienen como plazo máximo de ejecución principios de 2013. Se estima que los 34 generadores se harán con piezas fabricadas tanto en las plantas que Impsa tiene en Mendoza y en Brasil.
“Las plantas de Mendoza y Brasil trabajan de forma integrada, ninguna hace un equipo (aerogenerador) completo, sino que se fabrican componentes y se ensamblan según donde convenga por la ubicación y el menor costo de los fletes, que en este tipo de maquinarias es muy alto”, explicó Chechi, a cargo de la Planta I de Impsa Wind en Mendoza, la responsable del diseño y prueba de prototipos, la fabricación de palas (tienen de 32 a 38 metros de largo).
Inversiones
Para hacer frente a los contratos que Impsa Wind tiene en carpeta para este año, en la Planta I de Godoy Cruz, que tiene 12.000 m2 de superficie, la empresa ya empezó a incorporar nuevo personal con el objetivo de llevar a lo largo del primer semestre de este año su planta permanente de los actuales 133 trabajadores a 253.
Sólo en salarios para el 2011 está previsto el pago de U$S3,88 millones. Mientras que en materiales para la construcción de las palas, carenados y góndolas (partes de los aerogeneradores) se van a invertir unos U$S13,47 millones.
Según informó el gerente de la Plata I de Impsa Wind, Mario Chechi, en febrero ya arrancó la fabricación de las palas para los generadores de Arauco II, mientras que en mayo se estima que se comenzará con el armado de los primeros aerogeneradores. El plan de trabajo se desarrollará en tres turnos a lo largo de las 24 horas del día.
La empresa mendocina está presente desde el primer al último eslabón de la cadena de generación de energía eólica. Para la generación de electricidad por acción del viento, Impsa desarrolló tecnología y fabricó sus propios equipos. Maquinaria que se caracteriza por contar con una turbina acoplada directamente, sin caja multiplicadora de velocidad, lo que aumenta la eficiencia y disminuye la necesidad de mantenimiento. También cuenta con un generador multipolo, de velocidad variable, con excitación por imanes permanentes; lo que permite alta eficiencia y bajo mantenimiento.
Bajo estas características, nació la tecnología Unipower, un diseño patentado de Impsa que minimiza las desventajas de las configuraciones tradicionales de los generadores de transmisión directa (tamaño y peso), pero mantiene su ventaja principal (sin caja multiplicadora). Unipower fusiona en un solo componente las funciones tradicionales del generador eléctrico y el cubo rotor minimizando las partes activas; reduciendo las pérdidas y tiempos muertos por mantenimiento. Esto se logra con la utilización de imanes permanentes y control de potencia por paso de palas, optimizando la recolección de energía a distintas velocidades de viento.
Unipower es un generador eléctrico y cubo del rotor integrados en una única pieza para formar un componente funcional. Este concepto elimina un gran número de partes móviles ya que el equipo no utiliza caja de engranajes. Esta integración reduce las dimensiones de la turbina, el peso total de la máquina, los costos y los ruidos, lo que a su vez mejora la eficiencia, la disponibilidad, la confiabilidad y los costos de operación y mantenimiento.
Construcción de parques eólicos
Además del diseño y fabricación de equipos, Impsa también se hace cargo de la construcción y administración de los parques eólicos. En esa tarea, el primer eslabón es la recolección de datos y el análisis técnico-financiero de recursos eólicos, lo cual permite determinar qué sitios poseen el mayor potencial eólico y cuáles son los más rentables en caso de ser explotados.
Los trabajos que realiza la empresa en este campo son los siguientes:
– Análisis general del proyecto y búsqueda del sitio más adecuado sobre la base de la interpretación de atlas eólicos, estudios de redes eléctricas, etc.
– Cálculo e instalación de torres anemométricas para medición de vientos, diseñadas para minimizar errores de medición.
– Campañas de medición de vientos, recolección de datos provenientes de las torres y su posterior procesamiento.
– Análisis de los datos de vientos y determinación de sus parámetros relevantes para los proyectos eólicos.
– Clasificación de los sitios de acuerdo y la adaptación posible de las turbinas eólicas sobre el terreno.
– Pronósticos de energía eólica producida y estimación de incertidumbres.
El último eslabón de la cadena es el desarrollo de los parques eólicos. Éste comprende el montaje y puesta en marcha de un conjunto determinado de turbinas eólicas en los sitios identificados a través de los análisis arriba mencionados. Estos incluyen todas las obras civiles y eléctricas, los estudios de factibilidad para obtener permisos ambientales, financiamiento y demás tareas necesarias para asegurar que la producción de energía en dichos parques se lleve a cabo en las mejores condiciones posibles.
En la mayoría de los casos Impsa se hace cargo también de la administración de los parques que construye. Esto es que vende la electricidad que produce al sistema integrado durante el plazo de vigencia de la concesión de los parques.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.