Correos apuesta por el vehículo eléctrico

Correos ha incorporado a su parque móvil, formado por más de 13.000 unidades, un total de 209 vehículos eléctricos, en el marco de su apuesta por la sostenibilidad como eje estratégico de actuación y como una forma de incrementar su valor corporativo.

Correos explicó que entre los 209 vehículos eléctricos adquiridos se encuentran cinco furgonetas de la marca Piaggio, así como 100 motocicletas de Intermurcia, 89 bicicletas eléctricos (Yamimoto y Borondo) y 15 coches eléctricos con 300 kilogramos de carga útil, de la española Comarth.

Correos señaló que la incorporación de estos coches eléctricos es una de las actividades orientadas a la reducción del impacto sobre el medio ambiente, al igual que la puesta en marcha de varios proyectos piloto para comprobar las ventajas y las utilidades de este tipo de vehículos, que se irán incorporando de forma progresiva a la flota de reparto, lo que facilitará que se dejen de emitir 16.200 kilogramos de CO2 al año.

La empresa postal tiene el objetivo, con estos nuevos 209 vehículos eléctricos, de producir una menor contaminación atmosférica, así como de reducir el impacto acústico en los núcleos urbanos y también de ser menos agresivos con el paisaje urbano. Durante el acto de presentación de esta nueva flota eléctrica, el presidente de la corporación, Alberto Lafuente, indicó que la compra de estas unidades que no emiten CO2 durante su utilización ha requerido una inversión de 500.000 euros.

Por su parte, el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, apuntó, en la presentación de estos nuevos vehículos eléctricos, que la compra de estas unidades eléctricas ha contado con una subvención de 115.000 euros con cargo al Plan Movele. Sebastián indicó que la compra de estos coches eléctricos por parte de Correos representa "el primer paso" de la empresa postal en la reducción de las emisiones de su flota y resaltó que esta acción "tendrá continuidad en los próximos años".

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

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