Por estos días los especialistas del Instituto Nacional de Propiedad Industrial estudian un trámite de patente solicitado por el santarroseño Jorge Alberto Díaz, inventor del "Generador Eólico Unidireccional".
Básicamente, el dispositivo consiste en un gigantesco tubo de Venturi, que multiplica la fuerza del viento y lo conduce hasta un aerogenerador de energía, emplazado en campos de la Patagonia, donde siempre soplan vientos del oeste. "Hasta donde pude investigar los vientos unidireccionales que corren en forma permanente al sur del río Colorado, durante el 93 por ciento de los días del año, representan un caso único en el mundo", dijo el inventor.
En 1995, cuando visitó Los Antiguos (Santa Cruz), Díaz amasó la idea al comprobar que "la fuerza del viento no es bien aprovechada". Pensó que contar todo el tiempo con viento de una misma dirección podría servir para superar los inconvenientes que presenta la generación eólica convencional mediante "molinos europeos muy costosos, de compleja instalación, difícil mantenimiento, que requieren un cableado especial y de los que se necesitan muchos para abastecer la demanda de un pueblo".
Maduró la idea durante un par de años y en 2010 se tomó "dos meses para darle forma al dispositivo". El invento de Díaz es una tobera con forma de cuña, cuyo techo desciende desde la toma hacia la desembocadura para provocar el "efecto venturi". La boca es una rectángulo de 50 metros de altura por 100 de frente. El tubo mide 82 metros de largo y termina en una desembocadura de 50 metros de ancho y 12,50 de alto. En el túnel el viento incrementa su velocidad varias veces antes de impactar sobre el molino, integrado por los ocho alaves cóncavos de un rotor centrífugo.
"Un viento de 60 kilómetros por hora llega al final del dispositivo a casi 450 kilómetros por hora" explicó el inventor. Al impactar con presión uniforme sobre "una superficie mucho mayor que la de los molinos convencionales" (de dos o tres aspas) obtiene mayor eficiencia. "El giro del rotor puede controlarse discrecionalmente o con un top de potencia, mediante una ventana de alivio y una compuerta".
Si bien todavía no obtuvo la patente, el santarroseño cree que "por su relación muy ventajosa entre costo y beneficio y por la urgencia resolutiva de la cuestión energética, éste es el sistema ideal para instalar en nuestro país". Además de su bajo costo, este generador eólico sostiene otras ventajas importantes, como la posibilidad de construirlo íntegramente en el país. "Las únicas piezas necesarias que no se fabrican en el país son los rulemanes de rodillos cilíndricos de hileras múltiples", advirtió. Díaz encontró que sólo existen "dos fabricantes confiables para este tipo de rulemanes: NKE, de Austria, y Tinken, de Estados Unidos".
Estas piezas resultan de vital importancia porque están sometidas a una gran presión, por lo que "se requieren materiales con tratamiento tribológico, porque sobre estos rulemanes se asienta el eje central, de 80 centímetros de diámetro y 13 metros de largo". El resto de los materiales es posible obtenerlo dentro del país y la tobera puede ser construida en hierro y chapas, madera o ladrillos.
Cada dispositivo comprende un complejo de cuatro módulos, "capaz de abastecer dos turbinas Kaplan o Francis como las instaladas en El Chocón (de 270 mil HP)" advirtió Díaz. Agregó que "los álaves tienen 12,50 metros por 12 de largo", lo que determina una superficie de impacto mucho mayor. "Es un equipo con mucho torque, en el que prevalece la potencia", explicó.
Actualmente, con seis turbinas eólicas en funcionamiento, El Chocón genera el 5 por ciento de la energía total que consume Argentina. Díaz está "convencido de que la instalación de varios módulos de este generador eólico unidireccional permitirá solucionar la problemática energética de nuestro país". Unidos entre sí por juntas cardánicas, los módulos resultan fácilmente reemplazables y su mantenimiento es sencillo. "Es un equipo de mucha practicidad", define su inventor.
Hijo de Egle René Díaz, que fuera docente y periodista, Jorge nació en Santa Rosa, aunque vivió en diversos puntos de La Pampa ("Relmo, Abramo, Ataliva Roca") y de otras provincias. No cursó carrera universitaria, pero tiene el título de "técnico en plástico reforzado con fribra de vidrio". Tiene dos hijos, durante 20 años trabajó en la antigua frutería Erimini, frente a la Asistencia Pública, y actualmente fabrica muebles para jardín junto a un socio, con quien comparte un negocio en la avenida México.
Aunque no ha podido construir ningún prototipo ni realizar una experiencia sobre su invento, Díaz sabe que funciona. "Presenté el pedido de licencia de patente por intermedio de un agente (Marcelo Colareco), luego de ser aprobado en Buenos Aires por especialistas en ingeniería (Estudio Curuchet)". De acuerdo a las investigaciones realizadas, "en el mundo no existe un invento similar, así como tampoco otros sitios con vientos unidireccionales". No obstante, el INPI deberá otorgar 180 días para el proceso de oposición, antes de otorgarle al inventor una patente por 20 años.
Su proyecto de generación sólo contempla las provincias patagónicas al sur del Colorado (Río Negro, Chubuit y Santa Cruz). "En La Pampa prevalecen vientos norte y sur. Luego de obtener la patente mi plan es diseñar el Generador Bidireccional, con dos bocas, una hacia el norte y otra al sur". La concavidad de los álaves es simétrica y permite el ingreso del aire por ambos sentidos.
La experiencia de generación eólica en Argentina significa un gran paso adelante en materia energética, en cuanto al uso de tecnología, integración al sistema eléctrico nacional y su impacto en el medio ambiente. En las últimas décadas, las potencias individuales instaladas de molinos eólicos acompañan el desarrollo mundial y nuestro país se mantiene como una de las mayores potencias de Latinoamérica en la materia.
Las leyes 25.019 (Energía Eólica) y 26.190 (Régimen de Fomento al Uso de Fuentes Renovables de Energía).marcó el camino para el desarrollo y las inversiones, acompañada por las respectivas leyes provinciales, pero las condiciones de un mercado tan desarrollado no permite incursionar allí sin el sustento de las políticas gubernamentales y grandes inversiones. Los parques eólicos con molinos importados convencionales resultan muy costosos y su capacidad generadora es baja.
Por su ventajosa relación en cuanto a los costos y la infraestructura, el Generador Unidireccional diseñado por Díaz podría modificar ese escenario, mediante el aprovechamiento del viento patagónico para generar más energía a un costo mucho más bajo.
La Pampa ya genera energía eólica con el parque de General Acha (dos molinos y 1.800 KW). Además, hay instalaciones similares en Chubut (Pico Truncado, Río Mayo, Rada Tilly y Comodoro Rivadavia), Buenos Aires (Tandil, Punta Alta, Darregueira, Mayor Buratovich y Claromecó) y Neuquén (Cutral Co).
"Hay que construir un supermercado energético en el sur, un parque con aerogeneradores de bajo costo para abastecer a todo el país" propone Díaz. Si pudiera elegir "lo construiría en Garayalde (Chubut), entre Trelew y Comodoro Rivadavia. Para mí es el lugar ideal", agrega. El inventor ya recibió consultas del Ministerio de la Producción de Río Negro y de una compañía neuquina. "Pero también me consultaron desde el gobierno provincial y tengo la ilusión de desarrollarlo y construirlo en La Pampa", advirtió.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.