Un total de 21 empresas y consorcios se presentaron al llamado de Usinas y Transmisiones Eléctricas (UTE) para la construcción de los parques eólicos, destacó a la agencia EFE su director Gerardo Rey.
Ahora se abre un plazo de diez días para que las empresas que no fueron seleccionadas tengan la posibilidad de presentar recursos y, si ello no sucede, "en la primera quincena de febrero se confirmarán las adjudicaciones", agregó el funcionario.
En abril o mayo se firmarán los contratos y en un plazo de dos años los parques deben estar operativos.
UTE se compromete a la compra de 50 megavatios (MW), con un pago de U$S85 el MW y con un contrato de veinte años, destacó Rey.
Los parques eólicos, cada uno de ellos con aproximadamente 25 molinos, estarán ubicados en Teyma en el departamento de Tacuarembó, a unos 400 kilómetros al norte de Montevideo, y los de Impsa y Fingano en el departamento de Maldonado, a unos 150 kilómetros de Montevideo.
Los tres serán de 50 MW y cada uno tendrá un coste de construcción de unos 100 millones de dólares. Para tener dimensión del proyecto, un parque de 50 MW equivale al doble del que Impsa ya construyó en la localidad de Arauco, La Rioja, y que este año se va a ampliar.
Desde Mendoza, el gerente general de Impsa Wind, Emilio Guiñazú, explicó que la adjudicación de uno de los tres parques eólicos que se construirán en Uruguay demandará para la empresa una inversión cercana a los U$S100 millones, necesarios para la construcción e instalación de 34 generadores con una capacidad cada una de 1,5 MW de potencia.
Impsa deberá buscar financiamiento en los mercados extranjeros para conseguir los U$S100 millones que demandará la obra. Dinero que irá pagando con lo que luego recaude por al venta de la electricidad generada a la empresa estatal uruguaya (UTE).
Según adelantó Guiñazú, a mediados de febrero se hará la adjudicación formal de la obra y se espera que en marzo empiecen los trabajos que tienen como plazo máximo de ejecución principios de 2013. Se estima que los 34 generadores se harán con piezas fabricadas tanto en las planta que Impsa tiene en Mendoza y en Brasil.
Gracias a este proyecto, que se suma al ya en marcha de ampliar al doble el parque eólico que Impsa tienen en La Rioja y otros similares en Venezuela, es que se está trabajando en la ampliación de la planta para la construcción de palas (aspas de los ventiladores) que la empresa ya tiene en el carril Rodríguez Peña. Lo que demandará un aumento en la dotación de personal estimada por ahora en un 50% (unos 150 nuevos puestos de trabajo).
Esa amplitud de ofertas recibidas "se debe a que Uruguay está haciendo las cosas bien y hay seguridad para el inversor extranjero", aseguró Rey, antes de señalar que la operación "nos permite lograr un precio muy competitivo (para el pago a las empresas) y seguir avanzando para diversificar la matriz energética del país", destacó el director de UTE.
Uruguay no tiene petróleo, la totalidad del crudo que consume lo importa y la principal generación de energía es la hidroeléctrica. La creciente demanda de electricidad, sumada a las periódicas sequías afecta la ecuación de costes de generación de UTE. Para el mes de abril está previsto que la empresa estatal de electricidad convoque a otra licitación internacional igualmente para la construcción de otros tres parques eólicos de 50 megavatios cada uno.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.
