José Donoso (AEE): el sector eólico quiere negociar su futuro

En declaraciones a elEconomista, el presidente de la AEE, José Donoso, explicó que el sector eólico quiere sentarse a negociar y exponer tres pilares fundamentales para llegar a un acuerdo: la necesidad de partir de la experiencia y "dejar de un lado los experimentos", que se modifique el sistema del prerregistro y que se regule al sector eólico con independencia del resto de las energías renovables.

La Asociación Empresarial Eólica cree que el marco regulatorio ha funcionado muy bien hasta hace dos años, cuando se incluyó el prerregistro para adjudicar potencia cada seis meses. Según la Asociación Empresarial Eólica, este periodo es "absurdo" para un sector con un periodo de maduración de ocho años. Por ello, José Donoso propone que las adjudicaciones se realicen cada tres o cuatro años, con el objetivo de que los promotores puedan hacer sus planes de desarrollo y de financiación en sus proyectos.

En este sentido, José Donoso critica el sistema actual, donde se adjudica una potencia a una tarifa X, que si se cubre se irá reduciendo en los futuros prerregistros. En su opinión, este sistema, tal como hasta ahora está planteado, "ayuda más al especulador que las empresas que invierten de verdad".

La Asociación Empresarial Eólica ha expuesto en varias ocasiones que el sistema se está enmarañando con la burocracia, cuando lo que debería de imperar es que "el primero que llegue tenga su cuota", según reitera Donoso. "Queremos realidades frente a papelitos", añade el presidente de la patronal.

Otro punto a negociar dentro de la nueva regulación serían las cuotas para los diferentes sectores. En este sentido, AEE entiende que el Ministerio no quiere cometer el mismo error que en la fotovoltaica y por ello tendrá mucho cuidado de no equivocarse en el precio. Para José Donoso, una forma de conocer si hay sobreprima en los parques eólicos es conocer las condiciones de financiación que ofrecen los bancos. "Esto sí que es un escenario real", espetó.

Otro de los puntos que se ha puesto encima de la mesa es la posibilidad de cambio de modelo para fijar las primas, aunque la AEE está conforme con el sistema mixto del mercado español, donde existe un techo y un suelo como hasta ahora, pero donde puede haber variaciones con primas o sin ellas, según donde se pongan los topes. "Creo que nuestro sistema mixto está bien, porque te da señales de mercado y a la vez te garantiza una retribución", apunta Donoso.

Un punto en el que ha hecho hincapié Donoso en varias ocasiones es en la necesidad de que "para regular a la eólica no se deben mirar otros sectores verdes porque al final sólo existe un apellido común, el de las energías renovables". A su juicio, es erróneo comparar esta tecnología con la energía fotovoltaica, ya que la puesta en marcha de un proyecto eólico es de 8 años y el de fotovoltaico es de 8 meses.

Donoso insiste en que la energía eólica es la más competitiva de las energías renovables. "Se tienen que olvidar del café para todos", recalca el presidente de la patronal, que "no está dispuesto a ser otra cabeza de turco para esquivar los errores del pasado que se cometieron con otros".

Cabe recordar que en diciembre, el Gobierno ya aprobó un recorte de un 35 por ciento de las primas a las renovables, al mismo tiempo que estableció un límite de horas de producción de cara a ahorrar al sistema más de 200 millones anuales. Sin embargo, la incertidumbre que ha vivido el sector eólico se ha saldado con una ralentización de este negocio en España en 2010, que sólo creció un 8 por ciento respecto al año anterior, hasta los 1.515,9 megavatios, el crecimiento más lento desde 2003 en términos absolutos.

La Asociación Empresarial Eólica ya advirtió de esta situación el pasado año por el impacto de la entrada en vigor del registro de preasignación a mediados de 2009. A esta norma, se ha sumado la incertidumbre por la falta de un marco regulatorio que establezca las reglas del juego a partir de 2013 y la crisis económica, lo que ha tenido como consecuencia la suspensión de pedidos y la pérdida de empleo, fundamentalmente en el sector industrial

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

Por Rubén Esteller / Lorena López, www.eleconomista.es