Negociación de la tarifa
El complicado sistema tarifario hace que las compañías no sepan a qué precio están pagando su energía eléctrica. Esto puede suponer que, aquellas empresas, que no revisen sus contratos de suministro eléctrico estén pagando entre un 5 y un 10& más. Dada la situación actual, para que una empresa pueda ser competitiva y pueda ahorrar costes, debe gestionar su energía eléctrica. Gestionar la energía eléctrica implicaría, además de reducir el gasto en energía, una correcta adecuación del suministro, y un mayor control sobre el uso de la energía.
Sistemas de calor y frío
Los sistemas de climatización (calefacción, aire acondicionado) son los mayores consumidores de energía. El calor y el frío representan hasta el 50% de la factura eléctrica. Por su magnitud, son un objetivo clave del ahorro energético. En este ámbito, los ahorros son posibles a través de las siguientes medidas: programar la temperatura según los horarios de la empresa, revisar los sistemas de climatización con frecuencia, es de especial importancia atender a los filtros. Un filtro sucio obliga al sistema a trabajar más. Por otro lado, conviene detectar posibles fugas en las canalizaciones de aire caliente o frío que reducen la eficiencia energética. Y, por último, es conveniente cubrir la parte exterior del aparato de aire condicionado para evitar pérdidas de calor. Asimismo, mejorar la eficiencia energética de los aparatos de aire condicionado a través de la regulación, puede suponer un ahorro de un 20%. Por otro lado, si éstos se sustituyen por otros más eficientes el ahorro alcanza la cifra de un 30%.
Iluminación
En este punto la reducción de los costes es muy significativa. Gracias a la nueva tecnología existente en sistemas de iluminación, el ahorro puede ser de hasta un 30%. Así, por ejemplo, sólo en la sustitución de los fluorescentes por la tecnología LED, aunque supone una inversión, tiene como resultado una disminución de hasta un 80% en el coste energético. Por otro lado, la instalación de sensores que apaguen las luces de aquellas estancias que no estén siendo utilizadas, también supone una importante disminución del coste con una inversión mínima.
Aislamiento térmico
Dos tercios de calor generado en un edificio se pierden a través de las paredes y techos (el tercio restante se va por las puertas, ventanas y sistemas de ventilación). Por tanto, es obvio que una mejora en el aislamiento del edificio puede conllevar una reducción drástica de las pérdidas de calor (o bien de las entradas indeseadas de calor, en los meses de verano) y de los costes de climatización. Por este motivo, es muy necesario llevar a cabo un mantenimiento regular del edificio, atendiendo y reparando posibles, paredes degradadas, cristales rotos o ventanas que no cierran de forma correcta. Por otro lado es conveniente una mejora del aislamiento. Ésta puede realizarse aprovechando obras o reformas, mediante la instalación de materiales adecuados o rellenando los espacios interiores del techo y paredes con materiales aislantes.
Ipsom es una consultora de ahorro energético especializada en reducir los consumos de agua, gas y electricidad. En ipsom existe un fuerte compromiso por la construcción de un mundo sostenible, gracias a un consumo adecuado y responsable de la energía. Ofrece servicios integrales para el ahorro y la eficiencia energética, para, a través del ahorro y la sostenibilidad conseguir el beneficio de la empresa. Gracias a una gestión y metodología propia y un conocimiento técnico y de los mercados energéticos, ipsom consigue una reducción de hasta un 40% del gasto global de las empresas. Para conseguir este objetivo de reducción de costes ipsom se implica en todo el proceso del plan de ahorro energético. Así, se realiza desde una auditoría, hasta la instalación de las mejoras propuestas.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.