"Hemos revisado las informaciones francesas, pero el nombre que citan no es el nuestro. State Grid Corporation of China es la octava mayor compañía del mundo en distribución eléctrica y está entre las 500 del mundo, por eso su nombre es muy conocido y no es posible confundirlo", concluyó.
Renault presentó una denuncia ante la Justicia gala por "espionaje industrial, corrupción, abuso de confianza, robo y encubrimiento cometidos en banda organizada".
Este procedimiento por el presunto caso de espionaje relacionado con su proyecto de coches eléctricos tiene lugar, según la empresa, después de haber descubierto "hechos graves que han perjudicado a la compañía, en particular a sus activos estratégicos, tecnológicos e intelectuales".
El grupo no interpone la denuncia contra nadie en particular (contra "x", según la práctica judicial gala) y se limita a precisar en un comunicado que el caso está en manos del fiscal de París, "que a partir de ahora puede confiar a los servicios competentes la tarea de realizar las investigaciones necesarias".
Renault subraya además que, "con el objetivo de que el proceso judicial se lleve a cabo en un clima de serenidad", no va a participar en ninguna polémica y reservará la información que posea a los servicios encargados de la investigación.
Estaba previsto que la denuncia se presentara el miércoles, un día después de la comparecencia ante la dirección de los tres altos cargos sospechosos de haber filtrado información, pero se retrasó argumentando "motivos de agenda".
Según algunos medios locales, se sospecha que esos tres directivos vendieron secretos del vehículo eléctrico de Renault a empresas chinas. El diario "Le Figaro" reveló esta semana que la supuesta red utilizó una cuenta bancaria en Suiza y otra en Liechtenstein, con 500.000 euros y 130.000 euros, respectivamente, e indicó que el dinero procedía de la China Power Grid Corporation, un gigante de la distribución eléctrica con base en Pekín.
Según informó el periódico "South China Morning Post" de Hong Kong desde París, el caso sobre espionaje de tecnología industrial en la batalla por el vehículo eléctrico estalló después de cinco meses de investigaciones. La misma fuente mencionó que los pagos hechos por Renault partieron de la State Grid Corp of China (no la China Power Grid Corporation como dijo el 11 de enero "Le Figaro") a cuentas de Liechtenstein y Suiza de 2 de los ejecutivos franceses suspendidos.
Según el programa de reformas, para salvaguardar la seguridad del suministro energético en el desarrollo chino, el Consejo de Estado (Ejecutivo) creó en 2003 los gigantes estatales State Grid Corporation of China (que controla cinco compañías regionales para centro, norte, noreste y noroeste) y China Southern Power Grid Company, con sede en Cantón, para cinco provincias del sur.
La State Grid Corporation, que en 2005 (últimas cifras publicadas) contaba con 1,5 millones de empleados, también está en plena expansión exterior y en diciembre compró por 989 millones de dólares, 7 empresas de transmisión eléctrica en Brasil. Ambas integraron en agosto de 2010, junto a otras 14 empresas estatales chinas, la llamada Alianza para la Industria del Vehículo Eléctrico, liderada por la Comisión de Administración y Supervisión de Bienes Estatales del Consejo de Estado (SASAC, en inglés) para unificar tecnologías relacionadas con el vehículo eléctrico.
El 18 de agosto, el "Diario del Pueblo", órgano oficial del Partido Comunista de China (PCCh), citó a Shanghai Securities News al afirmar que el objetivo de la alianza es "controlar la tecnología clave para vehículos eléctricos y crear marcas chinas internacionalmente competitivas".
De la Alianza forman parte los 10 principales fabricantes automovilísticos de China y también la China Southern Power Grid Company, que como las otras empresas eléctricas están muy implicadas en la construcción de estaciones de recarga para los coches eléctricos.
Renault había asegurado que la "red internacional organizada" de espionaje de la que ha sido víctima no logró interceptar ningún secreto crítico y subrayó que "no cambiará nada del programa de desarrollo de su vehículo eléctrico", que tendrá como uno de sus ejes la factoría de Valladolid. El diario "Le Figaro", que sitúa en China el origen del espionaje, cree que la red utilizó cuentas en Liechtenstein y Suiza para ingresar 500.000 y 130.000 euros, respectivamente.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.
