Tras una semana de haber iniciado los trabajos de construcción del parque eólico más grande de Centroamérica, con aerogeneradores de Gamesa, los técnicos de la ENEE realizaron la primera inspección a la zona.
José Morán, gerente de Desarrollo Energía Eólica de Honduras, explicó que "los técnicos pudieron apreciar la rapidez con que estamos avanzando en la construcción de la subestación, cuando esté terminada y energizada será transferida en total propiedad a la ENEE y esto será alrededor de julio o agosto del próximo año".
Agregó que "la misión técnica de la ENEE apreció la calidad de los trabajos, la responsabilidad con que se realiza la construcción, tanto desde el punto de vista ambiental como el impacto a la comunidad".
La subestación es el lugar donde se entregará la energía generada por el proyecto, con una capacidad de 100 megavatios, que es la capacidad total del proyecto.
Esta subestación servirá para dividir la línea actual que va desde la subestación Suyapa en Tegucigalpa hacia la subestación de Pavana, Choluteca.
Esta última es una subestación de interconexión entre El Salvador y Nicaragua, donde también se conecta Lufussa. Esta subestación está valorada en entre siete y ocho millones de dólares, en equipo y costos de terreno.
De acuerdo con las explicaciones de Morán, esta subestación representa para la ENEE una mejor confiabilidad de la línea, porque se instalará equipo de proyección, el que permitirá identificar con certeza donde se encuentra alguna falla.
Además, parte de esas obras implican las mejoras de las líneas desde Suyapa hasta Pavana, "estas obras adicionales se piensan realizar en el primer semestre de 2011 y eso le permitirá a la ENEE mover mayor cantidad de energía".
Morán explicó que "la idea nuestra es arrancar máquinas una por una y por grupo en junio del próximo año, de esa forma vamos entregando energía poco a poco a la ENEE y la meta es instalar la totalidad de la energía en noviembre y diciembre".
"Para que nosotros podamos arrancar una máquina tenemos que ser capaces de alimentarla primero con electricidad para hacer las pruebas y posteriormente enviar la energía que se genere en esa turbina, por eso es importante la construcción de la subestación", afirmó Morán.
El gerente de Desarrollo expresó que los técnicos se fueron satisfechos con las obras, "les sorprendió el avance tan rápido y eso nos da mucha satisfacción, porque después de tantos años estamos logrando las metas".
Evelyn Núñez, encargada de relaciones comunitarias de Energía Eólica de Honduras, dijo que la población tanto de Santa Ana y Sanbuenaventura ven con gran expectativa el inicio de las obras.
Detalló que se activarán unos 400 puestos de trabajo dentro de los próximos dos años y 75 durante el período de mantenimiento del proyecto. "Los predios donde se instala el proyecto son rentados y esto genera una relación con 250 familias, de las cuales muchas ya comenzaron a recibir pagos".
"El proyecto en la zona está impulsando la economía, el traslado de personas no solo de la construcción sino de estudiantes o instituciones que impulsan energía renovable también está generando mayor turismo", comentó Núñez.
Hasta el momento la empresa ha contribuido con las comunidades en proyectos de electrificación, agua potable y mejoramiento de escuelas, entre otros.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar o solar termoeléctrica. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.