Green Solutions@COP16

Organizado por el Gobierno de México, a tráves de ProMéxico y las Secretarías de Relaciones Exteriores y Economía, Green Solutions@COP16 se llevará a cabo del 5 al 8 de diciembre en paralelo con la Décimo Sexta Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas de Cambio Climático (COP16) que se celebra en Cancún, Quintana Roo.

Con la participación de presidentes y directores generales de empresas nacionales y extranjeras, asociaciones y cámaras empresariales, funcionarios de gobierno de alto nivel, organismos financieros y especialistas, Green Solutions@COP16 será una plataforma internacional para el diálogo y el intercambio que permita avanzar hacia una economía "verde", baja en carbono.

Green Solutions@COP16 se realiza de forma paralela a la COP16, lo que constituye la primera ocasión que, en torno a una cumbre ambiental de este tipo, se convoca a la iniciativa privada para debatir sobre el diseño de procesos productivos sustentables y sus oportunidades de negocio, inversión e intercambio de tecnología limpia; así como para fomentar y fortalecer la cooperación entre empresas y gobiernos, que ayuden a abatir los efectos adversos del cambio climático.

Discurso del Presidente Calderón en la Inauguración de Green Solutions@COP16

Gracias.

Muy buenos días, amigas y amigos. Muy buenas tardes, me da muchísimo gusto saludarles.

Saludo con aprecio y gratitud, desde luego, al doctor Rajendra Pachauri, Premio Nobel, además, eso hay que decirlo, Premio Nobel de la Paz, precisamente, por haber encabezado el Panel de Cambio Climático. De hecho, es un premio que compartió con el Panel.

Y también al maestro Mario Molina, también Premio Nobel de Química, orgullosamente mexicano, por su enorme aportación a la ciencia, desde el desarrollo de la teoría y la problemática de la capa de ozono y el agujero en la capa de ozono, que, por cierto, a través de la ciencia y a través de políticas públicas y a través de un acuerdo internacional, como el Protocolo de Montreal, sí solucionó o sí está solucionando en agujero de la capa de ozono. Gracias a las aportaciones, entre otros, del doctor Molina, que por eso fue merecedor del Premio Nobel de Química.

Saludo, desde luego, al Gobernador Félix González Canto y le agradezco la hospitalidad de esta serie de eventos, todos estos eventos concatenados con la Cumbre sobre Cambio Climático que está teniendo lugar en México.

Saludo, desde luego, a mis colaboradores, Secretarios de Estado, y a todos ustedes, amigas y amigos empresarios, académicos, inversionistas, especialistas, interesados en estos temas.

A mí me da mucho gusto siempre oír, tanto al doctor Pachauri, como al doctor Molina, al doctor Sarukhán, porque siempre hay aprendizajes nuevos.

Saludo también, por cierto, a las Embajadoras y a los Embajadores aquí presentes.

Porque siempre hay aprendizajes nuevos, pero creo que siempre vale la pena volver a las verdades elementales, a las verdades esenciales, a los hechos básicos del tema del cambio climático, para poderlo hacer simple y entendible para la mayoría de la gente.

Primer hecho. Está aumentando la temperatura de la tierra. No sólo es la referencia que en cada pueblo que yo voy en México me dicen: Es que nunca había hecho tanto calor como ahora.

Es que es un hecho. La temperatura de la Tierra ha aumentado, no sé, un grado más o menos, en los últimos 40 años, casi. El nivel del mar está aumentando, está aumentando casi dos milímetros por año, desde hace un poco menos de un siglo.

Es decir, al ser, al estar más caliente el agua en promedio, tiene mayor densidad y eso aumenta el nivel del mar, a lo cual se agrega y se seguirá agregando el agua que se derrite de los océanos, que también pasa de un estado de mucho mayor densidad a un estado sólido, a un estado líquido de mayor densidad, y eso también expande el volumen de los océanos. Y amenaza, por cierto, en la prospectiva de muy largo plazo, a algunas ciudades en el mundo que están, precisamente, a nivel del mar, a algunas naciones enteras, incluso, que son islas en el mundo.

Entonces, primer hecho. Hay calentamiento global. Sí, sí hay.

Segundo. Hay evidencia científica de un aumento en la concentración de carbono en la atmósfera. Que ya explicó tanto el doctor Pachauri, como ampliamente el doctor Molina, es un factor detonante de este calentamiento. Y no sólo es la evidencia o la intuición de que en la era industrial y en el transporte que usamos, estamos emitiendo más que en toda la historia de la humanidad bióxido de carbono, sino también es medible que las partículas de bióxido de carbono en la atmósfera se han casi duplicado, también en los últimos 150 años.

Tercero. No sólo se calienta la Tierra, no sólo hay concentraciones de carbono, sino que la ciencia ha descubierto que hay una correlación, que está relacionado el calentamiento global con las concentraciones de carbono.

Y cuarto. Que este calentamiento global está alterando poderosamente el clima en todo el mundo; y éstas son evidencias, además, constatables por todos. Pienso, en los medios de comunicación. Tan sólo me refiero a lo que ocurre este año: sequías sin precedentes en África; incendios sin precedentes en Rusia, un lugar que, los que no lo conocemos, lo acostumbramos ver nevado todo el tiempo, en las imágenes.

El año pasado en México, 2009, yo decía que fue la segunda peor sequía de 60 años. Este año fue, por lo menos durante el verano, el año más lluvioso de la historia.

Los huracanes, que se generan, sobre todo, en el Mar Caribe; en nuestro caso, en nuestra región, ante un mar que también ha cambiado de temperatura promedio, se forman mucho más rápido y son mucho más violentos, con lo cual el daño a nuestras ciudades es mucho más devastador, huracanes y tormentas tropicales.

Este cambio climático ya está afectando a la población. En México, este año murieron más de 60 personas a consecuencia de desastres naturales, una cifra que no habíamos visto en hacía mucho tiempo.

En Guatemala murieron cientos de personas por el mismo fenómeno; comunidades enteras aplastadas, por deslaves, por inundaciones sorprendentes e imprevistas, que ya están afectando a la humanidad.

Ahora. Qué debemos hacer para contrarrestar eso.

Básicamente, lo que se está discutiendo aquí, en Cancún, en las dos convenciones; no es una sola, en la Convención de Cambio Climático, de Cooperación de largo plazo, y en la Convención para el Protocolo de
Kyoto, es:

Qué tenemos que hacer.

Y, básicamente, hay dos grandes líneas de acción enormes en las cuales podríamos ponernos de acuerdo.

Las acciones de adaptación; es decir, cómo tenemos que prepararnos para enfrentar eso que ya viene. Cuántos bordos tenemos que subirle, cuántos metros a los ríos, para que no inunden las ciudades, por ejemplo. Y las
acciones de mitigación; es decir, cómo hacemos para emitir menos bióxido de carbono, de manera tal que la temperatura de la Tierra no suba, bueno, va a tener que seguir subiendo, pero no suba más de dos grados hacia mediados de este siglo.

Una discusión que está en el fondo de todo este problema.

Y yo también me hago la pregunta que se hacía el doctor Molina.

Por qué razón, si esto es tan claro, por lo menos para la ciencia, y por sus efectos tan devastadores para los pueblos, por qué razón no nos hemos puesto de acuerdo en las medidas que se tienen que tomar.

Y la primera respuesta que uno pensaría es: Es que cuesta. Y ahí es donde se detienen muchísimas decisiones de tomadores de política pública.

Y voy más allá. Más que sólo esta definición, de que cuesta es. A los países ricos y pobres los lleva a una disyuntiva, a lo que yo pienso que es un falso dilema, una falsa alternativa.

En el caso de los países pobres, por ejemplo: O combatimos la pobreza o combatimos el cambio climático. Y para la respuesta, obvia, como dice mucha gente, combate a la pobreza, que ya del cambio climático a ver quién se encarga, o los que tienen lana que se encarguen.

Y los países desarrollados también se hacen más o menos el dilema: O seguimos creciendo o combatimos el cambio climático. Y cuando uno ve el caos económico que se vive después de la crisis y todavía en ella en muchas economías del mundo, en Estados Unidos, en Europa ahora con Irlanda y con Grecia, Portugal y otros; obviamente dicen, no, mejor otro día nos dedicamos al cambio climático, y nos dedicamos al crecimiento.

Los grandes emisores en desarrollo, por ejemplo, el caso más señalado: China. China dice: Yo tengo mil 200 millones de gentes que están tan pobres que, bueno, me dedico a crecer y ya veremos si después vemos lo del cambio climático. Ese es el dilema.

Sin embargo, amigos, por qué digo que es un falso dilema. Porque sí es posible combatir la pobreza y al mismo tiempo combatir el cambio climático. Porque sí es posible tener crecimiento económico y al mismo tiempo combatir el cambio climático.

Y de últimas, amigas y amigos, no sólo es posible hacer las dos cosas: tener crecimiento económico y combatir el cambio climático, sino también es negocio. Y eso es lo que nos lleva a este Foro de Green Solutions, que impulsa el Gobierno de México y muchas empresas del mundo. Es negocio, también, combatir el cambio climático.

Y aquí la clave que tenemos que encontrar, amigas y amigos, es poder, quizá, tal vez entender la naturaleza de los proyectos que pueden ayudar a reducir emisiones de carbono en países ricos y pobres.

Por ejemplo, soluciones que, al mismo tiempo que reducen emisiones, combaten el cambio climático. Por ejemplo, todas aquellas medidas de ahorro de energía que se toman en una industria determinada para emitir menos emisiones o para usar más eficientemente las unidades calóricas, que ya de suyo utilizan.

Es decir, producir más o producir igual con menos energía, eso reduce las emisiones, pero también es negocio para la empresa. Por qué. Porque gasta menos en combustibles.

Y no quiero pensar en una gran empresa, de acero o de vidrio, déjenme pensar en lo que nos tocó pensar hace tres años; cuando vino la crisis explosiva del crecimiento del precio de los alimentos, con el precio de la tortilla.

Yo le había instruido al Gabinete que teníamos que, teníamos un mes apenas en la Presidencia y la tortilla se había disparado. Y resulta que cada familia mexicana come en promedio más de un kilo diario de tortilla. Es el alimento básico del país. Imagínense lo que significa para las familias mexicanas que el precio se duplique.

Entonces, necesitamos, sin alterar mecanismos de mercado, encontrar elementos para atemperar el precio de la tortilla. Y entonces empezamos a romper cadenas de distribución oligopólicas, empezamos a ver mejor el funcionamiento de los mercados, a coberturas.

Pero llegamos a un punto crítico que tiene que ver con el cambio climático, y que es, amigas y amigos, la tortillería. Porque aún con aquellos precios, el precio del maíz estaba, más o menos, en dos mil, dos mil 400 llegó a estar la tonelada de maíz; es decir, 2.40 el kilo, pero el kilo de tortillas se empezó a disparar hasta 12, 13 pesos el
kilo.

Entonces, dónde están los costos de la tortilla que hacen su encarecimiento. No es sólo un precio de grano. Entonces, vimos que en la tortillería, que están, además, en todas las ciudades, en todos los pueblos y cada tres, cuatro esquinas en México, el tortillero tiene una máquina vieja de gas, generalmente, y por el olor que el cliente tiene, porque yo de niño iba a comprar las tortillas, se da uno cuenta que la máquina es ineficiente, está despidiendo mucho gas.

Entonces, nos dedicamos a mejorar tecnológicamente las tortillerías. Y qué hicimos. Financiamos la sustitución de esa tortilladora vieja por una nueva, mucho más eficiente, que no sólo emite menos gas y consume menos electricidad; obviamente, le ahorra al tortillero una gran cantidad de dinero.

No sólo eso. También vimos que un proceso de uso intensivo de energía implicaba calentar el agua, lo que llamamos el nixtamal, la masa de maíz moliéndose tiene que estar caliente. Pero eso lo calentaba el tortillero con gas o con electricidad a un costo elevadísimo.

Lo que hicimos fue financiar, también, la puesta de calentadores solares, que precalientan el agua que va al nixtamal, con lo cual se ahorra una gran cantidad de energía, con lo cual logramos que en esas tortillerías, que hemos apoyado, bajara el precio de la tortilla, y todavía tuviera más utilidades el tortillero.

Entonces, matamos tres pájaros de un tiro, diría yo: Reducimos el precio de la tortilla, con lo cual beneficiamos al consumidor; aumentamos las utilidades del tortillero, y por eso digo que la lucha al cambio climático también es negocio y, tercero, redujimos las emisiones de esas tortillerías.

Y yo creo que este tipo de alternativas, como dijo el doctor Pachauri, que tienen costo negativo, o como dirían los economistas, proyectos que tienen un valor presente neto positivo; es decir, que son negocio en el largo plazo, son el tipo de alternativas a donde debemos movilizar mecanismos de mercado y políticas públicas, para que se invierta en esos sectores de la cadena, que no sólo reducen emisiones y combaten cambio climático, sino que son negocio, son negocio para quien invierte.

Hay distintas maneras. Yo creo que tenemos que dedicarnos a explorar en toda la cadena, en todas las actividades de la vida humana, cuáles son esas actividades, que no sólo reducen emisiones, sino que son rentables
económicamente, porque como bien dijo el doctor Molina, no todas son así. Él pone un ejemplo muy claro: en una termoeléctrica, el capturar las emisiones de carbono implica un costo mayor al simplemente liberarlas, es cierto.

Pero también muchas empresas de energía que están aquí presentes saben que, por ejemplo, las viejas termoeléctricas, al sustituirlas por centrales del ciclo combinado, aún utilizando el mismo gas, al hacer un doble proceso de generación de electricidad, con el mismo gas se puede producir mucho más electricidad y reducir las emisiones.

Yo lo pongo en el caso forestal, también. En el caso forestal, como ustedes saben, una de las grandes aportaciones de la COP16, ojalá se logre, es incorporar los Mecanismos de REDD, de reducción de emisiones
por deforestación y degradación.

Efectivamente, en un caso forestal, reforestar una montaña la puede financiar el Gobierno, y sí tiene un costo positivo, porque lo que estamos haciendo es darle una transferencia a los campesinos para que, en lugar de que siembren maíz en la montaña, recuperen el bosque o la selva, y vivan del ingreso del Pago del Servicio Ambiental que les damos.

Eso puede tener un costo positivo. Efectivamente, lo tiene, aunque:

Primero. Tiene una rentabilidad social elevadísima, mucho mayor que el costo económico, porque estamos ayudando a combatir la pobreza de ese campesino.

Por lo cual, es una muestra clarísima para mí, de que sí se puede combatir la pobreza y, al mismo tiempo, se puede combatir el cambio climático

Pero pensemos que esos campesinos pueden organizarse, con más asesoría y con más financiamiento, y que esas mismas cientos de hectáreas, de las cuales son propietarios, las transforman en una explotación forestal
sustentable que, a la vuelta de siete, o seis años, si son árboles de Navidad, por ejemplo, o a la vuelta de 15, si son coníferas maderables; o aquí mismo, en el Sureste de México, a la vuelta de seis, o cinco años, por ejemplo, que puede una especie ser maderable ya, eso se convierte en un negocio rentable que, además de combatir el cambio climático, produce un negocio, constante y sonante para quien lo hace, las producciones forestales. Y los ejemplos pueden seguir.

Otro ejemplo de lo que estamos haciendo en México. Las viviendas sustentables, que son las hipotecas que da el INFONAVIT, las Hipotecas Verdes, más el apoyo que da el Gobierno Federal para familias que ganan menos de 20 dólares al día para créditos hipotecarios de largo plazo, les pagamos el anticipo.

Las hipotecas las estamos orientando a acondicionarlas para que las casas con las que se compren esas hipotecas, tengan elementos ahorradores de energía, de agua, de energía, calentadores solares de agua, por ejemplo; llaves ahorradoras.

Lo que hemos encontrado, amigas y amigos, no sólo es que estamos combatiendo el cambio climático masivamente. Yo percibo que en Estados Unidos, y en países más desarrollados, las medidas en el hogar para combatir el cambio climático son gestos de generosidad, digamos, de los dueños de las casas, pero que son de un nivel económico alto, el que puede pagar una celda solar, y el que puede pagar las ventanas térmicas. En fin.

Aquí la paradoja es que en México empezamos las medidas de ahorro de energía en las casas en el nivel más bajo de la población. Es decir, masivamente se están dando cientos de miles de hipotecas cada año, que están condicionadas a medidas de ahorro de energía, pero con una gran ventaja que hemos encontrado: que el dueño de la casa está teniendo una ganancia, porque paga menos de electricidad, paga menos de gas, con lo cual más que compensa lo que tuviera que pagar adicionalmente en la hipoteca que estamos dando; lo cual también, para ese beneficiario de vivienda, es negocio.

Entonces. Yo clasificaría en tres grandes grupos, a riesgo de ser impreciso en ello.

Pero, primero. Las primeras medidas que deben concentrar el esfuerzo de los Gobiernos y de las industrias, cuáles son todas aquellas medidas, insisto, que tienen valor presente neto positivo, que son eficaces para combatir el cambio climático y también son negocio y podemos encontrar en la industria eléctrica, podemos encontrar en la eficiencia energética de las empresas, en la eficiencia energética de las casas, de los negocios, etcétera.

Segundo grupo. Aquel grupo de medidas que pueden tener un impacto neto positivo. Es decir, que puedan tener un valor presente neto, un costo efectivo, como el ejemplo que yo ponía de reforestar dando Pago de Servicios Ambientales, pero que tienen un impacto social enorme y que combaten la pobreza más eficazmente que cualquier otra medida, quizá, que se haya puesto en práctica para ello.

Y el tercer grupo de medidas. Son aquellas, como decía don Mario Molina, que efectivamente, sí cuestan y cuestan mucho para reducir emisiones de carbono.

Pero mi tesis, aún con esto, amigas y amigos, es que el cambio climático es rentable, es económicamente viable luchar contra él.

Por qué.

Porque no sólo hay una gran cantidad de opciones y cada vez serán mayores, en la medida que crezca la tecnología, que son económicamente rentables. Tienen un costo de sustitución. La sustitución de energía de carbón por otro tipo de energía, tiende a ser mucho menor, sino porque en general el costo para la humanidad del cambio climático es, como ha dicho el Panel Intergubernamental de Cambio Climático, es muchísimo mayor que el costo de enfrentar ahora el problema de cambio climático.

Las cifras varían. Se habla que, quizá el costo de no hacer nada, el costo de enfrentar el cambio climático, podría variar entre el cinco y el 20 por ciento del Producto Interno Bruto a nivel mundial.

Sé que es un espectro muy amplio, pero el hecho es que cuesta. Yo les pongo el ejemplo que vivimos aquí en México. Este año gastamos como cinco mil millones, y ya fue un máximo histórico, el año que entra vamos a meterle más, para Pago de Servicios Ambientales en materia forestal.

Pero tan sólo lo que estamos gastando en Nuevo León para reparar los daños que dejó una sola tormenta tropical, es tres veces eso. Ya hoy México paga mucho más los costos del cambio climático, que lo que hubiéramos invertido mucho tiempo para prevenir el cambio climático.

Entiendo que el problema es que esto tiene que ser universal, si no se hace a niveles de todos los países, la atmósfera no reconoce las fronteras. Llueve de un lado y de otro; se contamina de un lado y de otro. En fin. Por eso la importancia de eventos como la COP.

Cómo llegamos a esas medidas rentables. Yo digo que este tipo de eventos es una vía para ello. Tenemos que acercar la tecnología a los consumidores, a otros productores y a los propios funcionarios públicos que aplicamos políticas públicas. Puede haber medidas que no son rentables económicamente en sí mismas, por ahora, pero que con una pequeña política pública, por ejemplo el dar un precio distinto de respaldo a la capacidad de generación de energía eléctrica eólica, hace rentable un proyecto, el masificar el transporte colectivo es otro grupo de medidas de amplia rentabilidad económica y social, y de bajas emisiones. En fin. Muchas, muchas cosas.

Es la transferencia de tecnología. Para eso son estos eventos, para eso es Green Solutions, que hoy tengo el honor de acompañar a ustedes en su Inauguración.

Pero, finalmente, amigas y amigos, y con esto termino, todas estas medidas son pistas, digo yo, pistas que nos llevan y que nos acercan al camino verde, al desarrollo sustentable.

Qué es el desarrollo sustentable. Es, precisamente, aquel que amplía las capacidades y las libertades de las personas sin poner en riesgo a las generaciones futuras.

El desarrollo sustentable es aquél donde puede haber crecimiento económico y combate a la pobreza y, al mismo tiempo, reducción de emisiones y combate al cambio climático.

Ese camino verde, ese desarrollo sustentable, es el camino que tiene que seguir la humanidad; y que a través de la tecnología, de las soluciones verdes, como las que aquí se están, maravillosamente, exponiendo, es el camino, a mi juicio el único camino que los seres humanos podemos recorrer, si verdaderamente queremos que este planeta Tierra, en el que todos viajamos juntos, nos pueda durar para siempre, y que no sea la mano del hombre la que lo destruya o ponga en riesgo esta civilización.

Ahora que están en Cancún, yo les invito a que vayan a ver las ruinas mayas en Chichén Itzá, en Tulúm, en Cobá. Y pregúntense la pregunta que se hace aquél que las ve: cómo es posible que a una civilización como ésta, tan poderosa, haya, si bien es cierto no desaparecido, declinado tanto, porque los mayas siguen entre nosotros. La civilización, la sociedad maya sigue, en la gente que trabaja aquí en Cancún, en la gente de Yucatán, en la Península, pero la civilización como tal, declinó. Y habrán todas las hipótesis, y ustedes harán la suya, porque todo mundo
lo hace.

Lo que sí, es que preguntémonos. Cada vez que veamos que esta civilización del Siglo XX, XXI, desenterró y descubrió tantas civilizaciones antiguas, cómo es posible que esta civilización no se haya planteado seriamente los riesgos de su propio declinamiento, los riesgos de su propia extinción. Es hora de preguntarnos eso.

La mayor amenaza para la viabilidad de la civilización contemporánea, por lo menos su íntegra viabilidad, es el cambio climático. Y por eso México, sin menoscabo de los problemas que tenemos: de pobreza, de inseguridad, de muchas cosas, todos los cuales estamos enfrentando con determinación y con ahínco, sabemos que tenemos un rol que jugar contra el cambio climático.

Y lo estamos jugando con responsabilidad y seriedad, porque sabemos que de esto depende el futuro no sólo de México, sino de miles y miles de millones de seres humanos.

Muchas gracias y mucho éxito.

Diversas Intervenciones en Green Solutions@COP16
Domingo, 5 de Diciembre de 2010

-MODERADOR: Hace uso de la palabra el ciudadano licenciado Bruno Francisco Ferrari García de Alba, Secretario de Economía.
-SECRETARIO BRUNO FRANCISCO FERRARI: Señor licenciado Felipe Calderón Hinojosa, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos; doctor Rajendra Pachauri, Presidente de Panel Intergubernamental de Cambio Climático; doctor Mario Molina, Presidente del Centro Mario Molina para Estudios Estratégicos sobre Energía y Medio Ambiente; compañeros Secretarios; señor Gobernador; amigos.
Muy buenos días a todos ustedes.
Agradezco al Presidente de la República, licenciado Felipe Calderón, que hoy nos honre con su presencia en la Inauguración de Green Solutions, un foro de negocios que forma parte del esfuerzo del Gobierno mexicano para impulsar el combate integral al cambio climático.
En el marco de la Conferencia de Naciones Unidas, COP16, hemos propuesto este espacio de exhibición y diálogo para el sector privado. Queremos fomentar un medio ambiente más sustentable y, al mismo tiempo, construir una economía más próspera.
Por eso, aquí vamos a promover iniciativas de comercio y de inversión, que nos permitan adoptar nuevas tecnologías y esquemas de producción más amigables con el medio ambiente.
Green Solutions tiene el objetivo de reunir a empresas, empresarios, centros de investigación, funcionarios públicos y líderes globales para fomentar el intercambio de ideas e innovaciones tecnológicas, dirigidas a la mitigación del cambio climático, así como al fortalecimiento de estrategias para combatirlo en los sectores público y privado.
En este sentido, el foro es un espacio ideal para exponer propuestas y casos de éxito, que ya han sido probados en otros países, y que ahora pueden replicarse en nuestro país y alrededor del mundo.

Aquí se realizarán conferencias seminarios, mesas redondas, talleres enfocados a exponer propuestas de valor para mejorar nuestro medio ambiente, y también para oportunidades de negocios.
También organizaremos encuentros uno a uno, entre el sector empresarial, para fomentar esas oportunidades que existen de negocios, para que haya mayor transferencia de tecnología, para el desarrollo de proyectos enfocados a la sustentabilidad ambiental.
Esperamos contabilizar, al menos, 500 millones de dólares de inversión en beneficios del país durante los próximos cinco años.
Además, algunas empresas del sector automotriz, por ejemplo, aprovecharán para presentar modelos más eficientes en el consumo de combustible. Ante todo, Green Solutions es una muestra de la forma en la que estamos enfrentando el cambio climático en nuestro país.
En un diálogo permanente con el sector privado y convirtiendo el mayor reto ambiental al que se ha enfrentado la humanidad, en una oportunidad también de impulsar el crecimiento económico, que tanto necesitamos.
Queremos aprovechar esta necesidad de reducir la emisión de gases de efecto invernadero, para renovar nuestro aparato productivo, para revitalizar la generación de energías limpias, para reinventar la eficiencia en el uso de energéticos, para redirigir nuestros esfuerzos hacia la construcción de una economía más sustentable, pero también más competitiva.
Por eso, estamos fomentando oportunidades industriales que impulsen el crecimiento económico. Queremos aprovechar el potencial de nuestro país para generar energías renovables y también para producir los equipos y componentes asociados a su generación.

En primer lugar. Estamos brindando capacitación y consultoría para integrar cadenas productivas en la generación de energías limpias, como la eólica, la solar, la hidráulica, la geotérmica, a fin de fortalecer la proveeduría nacional en estas ramas tan importantes de la economía.
En segundo lugar. Impulsamos la generación de energías verdes, a través de una regulación más eficiente. Para ello, estamos simplificando, de acuerdo a las instrucciones que nos dio el señor Presidente, la importación, la comercialización de equipos utilizados en su producción y optimización.
En tercer lugar. Estamos fomentando la competitividad de la industria al promover un mejor aprovechamiento energético. Desde la Secretaría promovemos el uso de equipos con un consumo energético más eficiente y, también, fomentamos su producción en nuestro país.
En cuarto lugar. Estamos promoviendo a México como un excelente destino de inversión en el sector de energías alternativas, no sólo por la riqueza de nuestros productos, sino por la calidad de nuestro capital humano para producir manufacturas de alto valor agregado y por la excelente oportunidad que México tiene en recursos naturales para esto.
Señoras y señores.
Es imprescindible que rompamos el falso dilema entre la responsabilidad ambiental y el crecimiento económico, como nos lo ha dicho el señor Presidente Calderón.
El cuidado de nuestros recursos naturales y el uso eficiente de la energía, son también actividades rentables que generan grandes alternativas de negocio. Éstas son las oportunidades que debemos aprovechar, éstas son las oportunidades que ustedes pueden ver en esta presentación.
Así, siguiendo el liderazgo de nuestro Presidente, en México estamos impulsando una visión integral realista del combate al cambio climático. Así, no sólo enfrentamos este problema, porque es necesario para el futuro de la humanidad, sino también porque es conveniente para nuestra economía, porque es conveniente para el bienestar de nuestras familias en este presente.
Combatir el cambio climático es una estrategia ganadora en todos los sentidos y, precisamente, es por ello que hemos organizado este foro.

Muchas gracias.

-MODERADOR: Toma la palabra el señor Rajendra Kumar Pachauri, Presidente del Panel Intergubernamental del Cambio Climático.

-SR. RAJENDRA KUMAR PACHAURI: (Interpretación del Inglés al Español) Su Excelencia Presidente Felipe Calderón Hinojosa; distinguidos Secretarios del Gobierno mexicano; mi buen amigo Mario Molina; distinguidas damas y caballeros.
Quisiera yo, por principio, felicitar a su Excelencia el Presidente, por haber organizado este foro, porque claramente la Conferencia de Partes que se está realizando, no nada más involucra a los Gobiernos.
Yo creo que la respuesta al cambio climático debe de provenir de todos los sectores de la sociedad. Y lo que es más importante, es el hecho de que los negocios y los Gobiernos tienen que trabajar juntos, porque a menos de que lo hagamos, probablemente no podríamos tener el marco de políticas públicas correcto, a través del cual podrían realizarse los negocios y obtener los resultados de las iniciativas que éste proponga.
Voy a hablar acerca de dos puntos en particular.
Primero. Cuáles son las direcciones de las políticas que se tienen que tomar para poder llegar a soluciones verdes, que es el tema de este evento, y cuáles son los desarrollos y la tecnología, así como la diseminación que se requerirán.

Quiero hablar acerca de un hallazgo que hicimos en la cuarta evaluación del IPCC, entonces, encontramos que las oportunidades con un costo nulo para la sociedad sería de aproximadamente seis toneladas de bióxido de carbono para el año 2020.
Entonces, si nosotros podemos movernos en una dirección en donde podríamos recoger, literalmente, dinero de la banqueta y podríamos lograr tener una reducción mayúscula del equivalente a seis gigatoneladas de bióxido de carbono para el año 2020. Y esto se verá todavía incrementando todavía más para el año 2030.
Y por qué nos está ocurriendo esto. Porque tenemos muchas distorsiones en el sistema económico existente que debemos corregir, y también encontramos que el potencial económico asociado a estas tecnologías es mayor, de tal forma que no se está haciendo en el mercado lo que es económicamente óptimo y, por lo tanto, existe una necesidad urgente para la innovación y reforma de las políticas, mediante las cuales se pueda desarrollar el potencial ambiental y no el potencial de mercado.
Hay varias políticas que se han emprendido ya y que se han implementado, pero lo más importante fue ponerle un precio al carbono. Porque si se le pone un precio al carbono, eso le brindará a la industria las señales adecuadas hacia dónde dirigir
las investigaciones y desarrollos, y también le da a los consumidores un conjunto de señales, mediante las cuales podrían elegir adquirir productos, procesos y tecnologías que consuman bajo carbono.
Entonces, es fundamental poder encontrar los medios a través de los cuales podamos brindar o colocarle un precio implícito al carbono. Esto se hace mediante la regulación y el establecimiento de marcas de referencia y de distintas opciones de
políticas, que no nada más se elevan a nivel nacional, sino también a nivel estatal y municipal.

También nosotros evaluamos que todos los niveles de estabilización que considera el IPCC para lograr la estabilización climática, pueden lograrse a través de una cartera de tecnologías que pueden estar disponibles ya, o que se espera tener en el futuro. Entonces, la excusa de que no tenemos ahora las tecnologías, es totalmente equivocada.
El Presidente acaba de ver una exposición muy interesante, y todo lo que se necesita es poder brindar las condiciones y señales adecuadas al mercado, y todo esto podrá avanzar y producirse a un costo que será muy atractivo para los consumidores de todo el mundo.
Pero, desde luego, necesitamos una buena mezcla de políticas, mediante las cuales podamos desarrollar nuevas tecnologías que sean esenciales, más allá de lo que tenemos actualmente.
Hay un rango bastante amplio de políticas que han funcionado muy bien; la primera es la reducción en los subsidios a los combustibles fósiles.
Si se ven a circunstancias externas los impactos negativos que crea el bajo precio de los combustibles fósiles, y se pudieran internalizar, entonces los precios de los combustibles fósiles en varias partes del mundo se elevarían; los impuestos en los
combustibles fósiles también podrían utilizarse para inversión en energías renovables, y nosotros pensamos que sí se puedan tomar ciertos niveles de subsidio, para que se puedan explotar las economías de escala.
He estado mencionando a Su Excelencia, el Presidente, y a los Secretarios encargados de la materia, que mi Instituto en la India está asociado con una iniciativa que se tiene para poder establecer dos instalaciones de generación de energía solar, que si pudiéramos conseguir un financiamiento de siete por ciento por año, podría convertir en el costo de la energía, que se produce con la biogeneración basada en combustibles fósiles.
Entonces, es necesario crear un conjunto de incentivos, mediante los cuales inicialmente respaldemos a las industrias, y así, la innovación tecnológica traerá la reducción en el costo y las economías a escala, traerán, también, la reducción en el costo.

Y éstas serán inversiones que en el futuro se pagarán a sí mismas, porque no incurrirán en ningún costo y, además, tenemos la inocuidad de la energía, porque estaremos aprovechando recursos renovables de energía, que serán la energía eólica y la energía solar.
También hemos desarrollado regulaciones de índole obligatorio; también tenemos certificaciones. Y quisiera yo decir aquí también que tenemos en la India un sistema de calificación establecido, mediante el cual todas las habitaciones, las viviendas, los edificios, están siendo analizados en términos de la eficiencia energética que tienen, y se les califica con cuatro estrellas o cinco estrellas.
Y, quizá, si no cumplen con el estándar, pudiera ponérseles una multa a las construcciones que no cumplen con esta calificación
Existe también una amplia gama de tecnologías, que tenemos frente a nosotros, y que deben recibir asistencia para su comercialización. Si ven, por ejemplo, la energía de suministro eléctrico, las energías renovables tienen mucho potencial.

Se está haciendo mucho trabajo en lo que es el almacenamiento de bióxido de carbono. Y hay mucho que se tiene que hacer para responder a algunas de las preguntas relacionadas con la captura y almacenamiento de carbono, y con los otros temas económicos que surgen, cuando nos encontramos con esta materia.
Tenemos, también, la cuestión de los biocombustibles que se producen de manera sustentable, y sin ningún conflicto con la producción alimentaria.
También los sistemas de transporte, los sistemas no motorizados de transporte, como caminar, o las bicicletas, etcétera, etcétera. Todo esto puede marcar una diferencia enorme.

De manera similar que en el caso de las construcciones, yo creo que hay muchas soluciones inteligentes que tienen gran potencial. Si tenemos soluciones inteligentes, sistemas inteligentes, mucha de la energía que se está consumiendo
hoy, puede reducirse y, quizá, eliminarse.
En el caso de la industria el reciclaje y suplantación de materiales tendrá un papel preponderante. Entonces, no tendremos procesos generalizados, sino que tendremos procesos inteligentes cuidadosamente planeados, mediante los cuales pueda ahorrarse energía.
Y también tendrá que haber cambios en las prácticas agrícolas para que se pueda marcar una gran diferencia. Hubo una demostración en la exhibición, aquí junto, en donde veíamos que se estaban reduciendo el total de las emisiones que se habían evaluado a nivel mundial, y ahí es en donde las reducciones serán posibles en todo el siglo.
También quisiera yo resaltar aquí la importancia del comportamiento y del estilo de vida, y de los cambios que debemos tener, porque esto puede contribuir a la mitigación del cambio climático en todos los sectores, así como en las prácticas de administración y de gestión empresarial, donde se pueda tener un enfoque en mitigar los efectos del cambio climático y podrán obtenerse resultados muy importantes.
Sabemos que para el año 2030, la mezcla adecuada de políticas podrán producir diversas opciones tecnológicas, como serán energías renovables avanzadas, energía nuclear renovable, energía proveniente de los océanos y de las mareas, todas éstas son ideas en donde pueden acumularse grandes beneficios a partir de pequeñas inversiones.
Quisiera yo señalar aquí una cifra muy importante. El gasto mundial en publicidad en el mundo excede los 600 mil millones de dólares y la proyección es que para el año 2020 está cifra podría llegar a algo cercano a los dos billones de dólares. Yo no entiendo si las industrias, los negocios pagan tanto en publicidad para vender productos que se hacen hoy, o en un año o en dos.
Entonces, por qué no pueden reservar un pequeño porcentaje para invertir en nuevas tecnologías, en nuevos proyectos que tendrán un mercado dentro de 10 años. Y hay algunos países que ya han comenzado a hacerlo, por ejemplo Corea del Sur; están gastando alrededor de 36 millones de dólares en energías renovables.
En China también se están haciendo inversiones mayúsculas. En la India, como parte de nuestro plan para el cambio climático, estamos planeando aumentar en dos mil megawatts nuestra capacidad de energía solar en los años por venir. Algunas son actividades del Gobierno en el desarrollo de políticas que puedan asegurar que se desarrollen las nuevas tecnologías
renovables y las economías de escala.
Pero la tecnología verde tendrá que evolucionar rápidamente, porque esa será la clave para poder tener una mejor eficiencia en el consumo de energía. Podemos tener una mejora radical en la producción y en la reducción de emisiones.
Las soluciones verdes también tienen muchos beneficios secundarios que van mucho más allá de la reducción de las emisiones, como una mayor inocuidad de la energía, menores niveles de contaminación y beneficios, una mejor producción agrícola debido a los impactos que tiene el cambio climático y que han sido negativos y, sobre todo, tendrá una mayor tasa de empleo.
También quisiera decir que lo que realmente necesitamos es ver soluciones que no solamente tengan un fin industrial o comercial, sino también desde la parte inferior de la pirámide.
Yo quiero mencionar aquí el hecho que existen entre 1.4 a 1.6 mil millones de personas que no tienen acceso a la electricidad. Nosotros hemos desarrollado una linterna solar, que tiene un costo muy, muy bajo y que nada más se necesita capacitar a una mujer en una aldea que tenga un panel solar en su casa y puede cargar las linternas durante todo el día, y después se les da a las otras casas dentro de la aldea.
Y esto les marca una diferencia enorme. Transforma su estilo de vida, les permite trabajar más horas. Entonces, yo lo que entiendo es que los negocios y las industrias también deben apuntar a la parte inferior de las pirámides.

Así como la telefonía móvil, la telefonía celular han logrado dar pasos enormes para lograr hacer posible la comunicación para la gente más pobre del mundo, de manera similar muchas de estas tecnologías, si se adaptan se puede llegar a la parte inferior de la pirámide, y no nada más brindará oportunidades de negocios, sino
también podrá crear enormes beneficios sociales.
Una vez más, quisiera yo saludar, a Su Excelencia el señor Presidente y a sus colegas del Gabinete, por haber organizado este evento. Creo yo que el negocio y la industria debe estar al centro de lo que se requiere para poder mitigar el reto que representa el cambio climático.

Muchas gracias.
-MODERADOR: Tiene la palabra el ciudadano doctor José Mario Molina Pasquel Henríquez, Presidente de Centro Mario Molina para Estudios Estratégicos Sobre Energía y Medio Ambiente.
-C. JOSÉ MARIO MOLINA PASQUEL: Señor Presidente, Felipe Calderón Hinojosa; señor Gobernador del Estado de Quintana Roo; Ministros; miembros del presídium; y mi buen amigo Rajendra Pachauri, que es el Presidente del Panel Intergubernamental de Cambio Climático, al que yo también pertenezco; señoras y señores.
Quiero agradecer la oportunidad aquí, de compartir con ustedes algunas ideas, relacionadas con este Foro, con este evento. Me parece muy importante, resaltar el papel que tiene el sector privado; ya oímos, nada más lo voy a repetir muy brevemente, porque en estos foros queda muy claro que hay una buena parte del sector privado que está comprometido, que quiere resolver este problema urgente que tenemos, quizá el más urgente a nivel planetario, que ha enfrentado la humanidad.
Y esta parte del sector privado, con este compromiso que tiene, de reducir emisiones, ha demostrado con ejemplos muy exitosos que es posible hacerlo, aparentemente con inversiones relativamente pequeñas, pero, por razones, precisamente, de protección al planeta.
Pero lo que es muy interesante es es que una vez hechas esas inversiones iniciales, en muchos casos no sólo se recuperan, sino aumentan los ingresos de estas compañías del sector privado.
Y lo que también está muy claro en estas semanas aquí, en Cancún, es que el papel del sector privado es muy importante para trabajar con los distintos gobiernos, precisamente para facilitar el que haya un acuerdo internacional para realmente resolver este problema con mucha eficiencia.
Estas actividades, que son rentables, digamos, no todas lo son, hay que aclarar. Un ejemplo muy sencillo, la captura y el almacenamiento de bióxido de carbono en las plantas termoeléctricas, que usan carbón como fuente de energía, eso, evidentemente, es más costoso que simplemente emitir el bióxido de carbono a la atmósfera.
Entonces, ese es el tipo de actividades industriales que sí requieren que haya un precio directo o indirecto a las emisiones, tal como lo acaba de apuntar el doctor Pachauri.
Sin embargo, lo he dicho varias veces, pero voy a repetir aquí de manera muy, muy resumida, cómo veo aquí la situación desde el punto de vista económico y científico, de acuerdo con muchos de mis colaboradores.
O sea, este precio que hay que ponerle a las emisiones para que se lleven a cabo muchas actividades. Por cierto, no las de eficiencia energética, ésas claramente se pagan solas.
Pero el costo es del orden, nada más del uno, dos, quizá del tres por ciento del Producto Interno Bruto Global y el costo de los impactos claramente es mucho mayor, o sea que como plantea y como países, desde luego, nos conviene hacer esos cambios.
Ahora, el aspecto científico también es muy importante. No tenemos la certeza absoluta de que lo podamos arreglar, inclusive de que las actividades humanas sean las que estén causando estos cambios, que ya estamos viendo con mucha claridad, pero sí hay una probabilidad enorme, más del 90 por ciento, lo que implica que como sociedad es un riesgo que no deberíamos de tomar.
Y, además, brevemente, hay un riesgo, que es el del orden de quizá 10, 20 por ciento, 30 por ciento, de que si no actuamos, sí ocurran en este siglo eventos prácticamente irreversibles, con unos costos enormes, unos costos, impactos, a unos sectores muy importantes de la sociedad.
Ya no me voy a meter en detalle, pero el hecho es que está muy claro que tenemos necesidad de resolver este problema y que la urgencia nos indica que no podemos posponer la solución muchos años más.
Bueno, si está tan claro por qué no está actuando ya la sociedad, qué es lo que nos impide el progreso. Ustedes saben, hay una serie de problemas, que es lo que los negociadores aquí, en Cancún, están tratando de resolver.
Pero les voy a mencionar uno o dos problemas que tienen que ver en parte con la comunicación, cómo nos hemos arreglado para comunicar este problema. Y específicamente, sabemos que hay países muy importantes: Estados Unidos y China, que son los que emiten la mayor parte de estos gases que están afectando al clima.
Y en Estados Unidos hay un problema muy serio en política interna. A pesar de la buena voluntad del Presidente Obama de realmente actuar para resolver este problema, con las elecciones que acaban de llevarse a cabo, este pasado mes, se ve que va a ser muy difícil que en Estados Unidos el Senado pase una ley de cambio climático o inclusive una política energética.
Entonces, cómo es posible, es lo que quiero analizar brevemente, cómo es posible que si lo que acabo de decir, que es muy racional, que tenemos que enfrentar este problema, que no nos sale muy caro, que nos salen más caros los impactos, por qué puede darse este tipo de situación.
Porque, en primer lugar, a pesar de que estamos viendo aquí un liderazgo enorme de muchas empresas, no todas están de acuerdo; y hay algunas, son grupos de interés muy poderosos que han podido, sobre todo en Estados Unidos, pero también en algunos países de Europa, han invertido, de tal manera que han podido, a través de relaciones públicas, desprestigiar la ciencia del cambio climático.
Esto es muy interesante, que ayer tuvimos un evento, en el que nos enseñaron estadísticas de opinión, en este caso en Estados Unidos. Y hay algunas partes de la población que opinan que el programa es urgente, etcétera, etcétera, pero hay una parte, la que rechaza el cambio climático, nada más es el 13 por ciento; o sea, esto está medido, el 13 por ciento.
Ese es el grupo que dice no, que es una farsa, que es una conspiración, que los científicos nada más se están poniendo de acuerdo para hacer ruido y hacer, en fin, para sacar más dinero, etcétera. 13 por ciento.
Pero resulta que esto se identificó con el Partido Republicano. Si es más del 50 por ciento de los legisladores en Estados Unidos, entonces ese 13 por ciento se convirtió en un 50 por ciento, no importaría, siempre hay gente en la sociedad que tiene, opiniones extrañas, que el mundo es plano, etcétera.
Pero el problema es que sean legisladores, y que estén afectando las negociaciones a nivel global, porque Estados Unidos es un país clave para estas negociaciones.
Por qué puede suceder esto. Bueno, es que esa campaña de relaciones públicas fue muy exitosa. Se aprovechó de varias situaciones.
Primero. La incertidumbre que existe en el problema, del cambio climático, la reconocemos, por supuesto, en el medio científico. El clima es muy complicado, etcétera, etcétera, y ha habido algunos errores que se han cometido, en el mismo mundo de la ciencia a veces encuentra uno algún resultado y luego, hay que corregirlo, y esto lo tomaron de tal manera con los medios, que con eso desprestigiaron de buena manera la ciencia de cambio climático.
Pero esto es absurdo, porque no es así como funciona la ciencia. Tenemos muchas otras ciencias, medicina, etcétera también funcionan con incertidumbres, y no por eso las vemos a rechazar.
En resumidas cuentas. Pretendieran dar una imagen al público de que la ciencia, toda la ciencia, incluyendo la de cambio climático, es como un castillo de naipes y si le quitamos una baraja, aunque sea un castillo enorme, todo se cae. No podía ser algo más equivocado. Más bien es como un rompecabezas
Por supuesto, nos falta mucha información, tenemos que aprender más. No podemos predecir con mucha confianza en detalle cuánto va a subir la temperatura si hacemos esto o el otro.
Pero sí tenemos mucha confianza de que son las actividades humanas las que están ocasionando el problema. Eso, prácticamente, no cabe duda, con este 90 por ciento de probabilidad. Pero la gente, sin estar preparados para esto, tomaron estas incertidumbres, como si fuera algo muy, muy serio.
Otro problema. Los medios también, normalmente tienen esa actitud, ah caray, si hay una controversia, tenemos que entrevistar a los dos lados de la controversia, los que están en pro y los que están en contra.
Aquí, en el mundo científico, quizá hay 200, 300, realmente expertos en el problema del clima que han publicado, etcétera. Y a lo mejor hay dos o tres o quizá tres o cuatro que en cuestionan si la sociedad tienen que actuar, o sea, es mucho menos del 13 por ciento, pero les dan la misma cantidad de tiempo, que los medios les dieron. Eso también es absurdo.
Por qué no le dan igual tiempo a los astrólogos.
A lo mejor hay más de 5 por ciento de la población en Estados Unidos que piensa que deberíamos de consultarle a los astros qué posiciones políticas son las más adecuadas. Es un porcentaje parecido.
Pero, sí. Lo que hay que reconocer, es que en el medio científico sí cometimos un error muy grande, que no nos preocupamos de comunicarnos bien con la sociedad. Tenemos que aprender a hacerlo bien. Pero en última instancia, y puede tomar un minuto, el problema básico es que no lo hemos comunicado al público, y es el siguiente:
El efecto invernadero natural no se cuestiona, eso sí es de libro de texto. Y es que, por el hecho de que tenemos una atmósfera con bióxido de carbono, la temperatura promedio del planeta es de más 15 grados Celsius, en lugar de menos 15.
No está en duda, el efecto invernadero natural es absolutamente vital para el funcionamiento del clima del planeta. Resulta que lo que calienta la superficie es la presencia de bióxido de carbono y vapor de agua en la atmosfera, el oxigeno y nitrógeno no lo hacen.
Pero también está muy claro que el bióxido de carbono es el termostato del planeta. Si hacemos un experimento, que se acaba de publicar, por cierto, con más detalle, pero lo sabíamos desde hace años. El siguiente es un modelo.
Tenemos a la atmosfera, tal como la conocemos. De repente, le quitamos el bióxido de carbono y los gases invernadero. Qué pasa. Algunos podrían decir: el vapor de agua es el gas invernadero más importante porque, efectivamente, absorbe como las tres cuartas partes de la radiación infrarroja.
Lo que pasa es que, si quitamos el bióxido de carbono, se condensa esa agua. Se va de la atmósfera, y baja la temperatura amenos 15, o a menos 20 grados centígrados. Y esto es ciencia básica, insisto, de libro de texto.
Entonces, lo que hay que concluir, pero ya no es algo muy exagerado. Si el bióxido de carbono natural tiene un papel tan importante, y si la humanidad ha subido su concentración alrededor del 30 por ciento, o sea, tenemos 30 por ciento más del gas que controla el clima.
Y sí, ha habido con anterioridad niveles más altos, pero si contamos, son más de 15 millones de años, o sea, que realmente estamos haciendo algo extraordinario, que no ha pasado en 15 millones de años, cuando el clima era muy, muy distinto.
Entonces, es lógico pensar que hay un riesgo. No cabe duda que hay un riesgo, que faltarán los detalles científicos, pero en fin. Eso es, lo que, de alguna manera, no le hemos comunicado bien a la sociedad.
Pero, por fortuna, regresando a Estados Unidos, China, hay dificultades, pero estos países están tomando muchas medidas, de todas maneras a nivel de Gobierno Federal pero, sobre todo, a nivel de empresas, y por eso regreso aquí, a lo que estamos haciendo en este foro. Muchas empresas, realmente, están respondiendo de manera muy responsable.
El sector privado, importantísimo. Y en China también se están tomando muchísimas medidas, por supuesto, en muchos otros países y, por supuesto, aquí, en México también.
Así es que termino con este mensaje.
Yo soy optimista. Pienso que la racionalidad, eventualmente, va a triunfar. El avance de la civilización. Claro, tenemos que contar con que se acepten valores universales, como el tratar de erradicar la pobreza, y que toda la humanidad progrese económicamente.
Pero históricamente esto ha sucedido; estamos mucho mejor como sociedad, de lo que estábamos en el siglo pasado y antepasado.
Pero este progreso no es automático. Necesitamos contar con líderes, líderes en las empresas, líderes en el mundo científico, y líderes en los Gobiernos.
Por eso, me parece admirable que nuestro Presidente, el Presidente Calderón, realmente haya tomado esto como un problema muy importante, y que México sí está funcionando, con un liderazgo entre los países en desarrollo, que nos está acercando a la solución de los problemas.
No es suficiente hacer ciencia, no es suficiente tener estudios económicos, de los que les mencioné que, con toda claridad, nos sale más barato resolverlo, que simplemente pagar por los impactos. Necesitamos aprender a comunicar esto con mucho más efectividad.
Pero sí vamos a triunfar. Tenemos que ser pacientes, aunque nos tome algunos años.
Gracias.

Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar o solar termoeléctrica. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.

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