Villanueva sostuvo que España y Castilla y León necesitan diversificar la energía, a lo cual contribuirá esta Estrategia, ya que en términos consolidados medios, la actividad de la automoción representa el 15 por ciento del Valor Añadido Bruto Industrial de la región y el 25 del PIB industrial, con 35.000 trabajadores ocupados. Igualmente, el vicepresidente económico recordó que la Comunidad produce alrededor del 15 de los vehículos fabricados en España y exporta el 85 por ciento de su producción, lo que a su vez supone cuatro de cada diez euros del total de las exportaciones regionales.
En este sentido, el vicepresidente económico consideró que ese posicionamiento de la región en el sector del automóvil convierte el vehículo eléctrico en una "oportunidad histórica" para la Comunidad de participar desde el inicio en un nuevo desarrollo tecnológico e industrial, más cuando se trata del campo de la automoción, "clave" en este tipo de políticas.
Una de las posibilidades de negocio que se abrirán con el coche eléctrico, según explicó el propio Villanueva, será el alquiler en zonas comunes, como estaciones de trenes o autobuses, conocido con el término inglés de ‘carsharing’, en el que el usuario utiliza el vehículo por cortos períodos de tiempo.
Igualmente, el consejero de Economía y Empleo justificó la implantación de esta Estrategia en que en el año 2050 se prevé que el parque mundial alcance los 2.500 millones de vehículos, frente a los 800 millones actuales, un aumento que irá acompañado de una "creciente escasez y carestía de los recursos energéticos". "Ante esta perspectiva debe darse un giro tecnológico para garantizar la sostenibilidad de la movilidad a largo plazo", destacó Villanueva, quien subrayó, en este sentido, que Castilla y León se convierte en la primera región ibérica que electrificará e industrializará de forma masiva un vehículo a partir del año 2011.
En concreto, el proyecto de Renault en la factoría de Valladolid para la fabricación del modelo Twizy, un coche de características urbanas y dimensiones reducidas que supone una inversión estimada de más de 60 millones de euros. Sin embargo, también recordó que el Gobierno regional mantiene líneas de ayudas para la compra de vehículos híbridos.
A su juicio, este hecho diferencial servirá de efecto tractor sobre la industria regional, la formación avanzada, la innovación productiva y la diversificación a desarrollos de mayor valor añadido.
La Estrategia también persigue una estrecha coordinación interregional, en particular con las regiones del Noroeste de España, en las que el proyecto del vehículo eléctrico sea también estratégico y en especial en el entorno de la Macrorregión en formación entre Castilla y León, Galicia y Norte de Portugal, a cuya Estrategia en el ámbito industrial se llevará por parte de la Comunidad una propuesta para la coordinación de algunos de los ejes expuestos en esta estrategia.
Villanueva sostuvo además que los objetivos de la Estrategia responden a la responsabilidad recientemente contraída en el II Acuerdo Marco para la Competitividad e Innovación Industrial de Castilla y León, sustentado en el Diálogo Social con los principales agentes económicos y sociales. Pero el impulso al desarrollo del vehículo eléctrico se vincula, asimismo, a la política medioambiental regional recogidas en las estrategias de Desarrollo Sostenible 2009-2014 y Contra el Cambio Climático 2009-2012-2020, con acciones de apoyo expreso al empleo de vehículos eléctricos e híbridos.
Finalmente, se aplican las orientaciones de política tecnológica recogidas en la Estrategia Regional de Investigación Científica, Desarrollo Tecnológico e Innovación 2007-2013 y en la Estrategia Universidad-Empresa de Castilla y León 2008-2011, que recoge desde la búsqueda de la excelencia en áreas de I+D de futuro hasta la generación y dinamización de clusters.
Por su parte, el responsable de Relaciones Institucionales de Renault España, Ernesto Salas, destacó el alto grado de colaboración entre la Junta y el Gobierno para la implantación del coche eléctrico desde el principio y apostó a partir de ahora por "apoyar" la venta del producto y el sistema de recogida de energía, es decir, la instalación de los postes de recarga.
Al respecto, remarcó que esta Estrategia presentada debe ser "viva" día a día, "porque se trata de adaptarse a una nueva movilidad". En ese nuevo escenario tendrá mucho que decir el modelo Twizy que Renault comenzará a fabricar en 2011 y que supondrá una "revolución" en los entornos urbanos. En la actualidad, dijo, se estudia en Valladolid nuevas fórmulas de movilidad para este tipo de vehículos, extensible a otras ciudades de Castilla y León, España y Europa.
Salas agradeció el "ejemplo" que da la Junta a la sociedad con la adquisición de numerosos vehículos eléctricos a partir del próximo año, con sus correspondientes postes de recarga, lo que evidencia, a su juicio, que "se trata de una realidad y es necesario que los ciudadanos vean que esto funciona".
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar o solar termoeléctrica. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.