Se trata del primer edificio construido bajo un ambiente bioclimático, con paredes que son grandes enmallados con piedras de mármol sueltas, ventanas en el techo para aislar el calor y un sistema integrado de energía solar que atrapa en grandes paneles los rayos de luz provenientes de la atmósfera, y los transforma a través de un generador fotovoltaico, en energía pura para el movimiento de maquinaria, iluminación y todos elementos electrónicos que se quieran utilizar.
“Hay un sistema que captura, convierte y distribuye la energía para la utilización y el aprovechamiento para un espacio como el Tecnoparque que es eminentemente académico y de investigación”, explicó Cándido Herrera, subdirector del Tecnoparque La Angostura.
La obra, que es considerada la primera en su especie no solo en Colombia sino en Latinoamérica, busca convertirse en el piloto de una serie de iniciativas que este tecnoparque tiene proyectadas hacia 2025, como colegios, edificios públicos y otra serie de estructuras y maquinaria agrícolas que funcionen con energía solar u otro tipo de energías.
Su especialidad en producción de energías alternativas le permitirá a este tecnoparque, construido en alianza entre el Sena y la compañía Emgesa, estudiar, investigar y desarrollar este tipo de tecnologías que a futuro esperan convertir en el reemplazo de fuentes como el petróleo o las hidroeléctricas.
“El Tecnoparque La Angostura es pionero en la apropiación y aplicación de energías alternativas. Es por eso que ha construido el primer ambiente que tenemos a nivel nacional en los tecnoparques, donde se aplican y se ven las ventajas y los beneficios de este tipo de tecnologías y donde adicionalmente se piensa en innovar para mejorar procesos y tecnologías a través de talentos y aprendices colombianos”, manifestó con complacencia la directora Nacional de Tecnoparques del Sena, Jennifer Alexandra Pineda.
La obra además de la cooperación estratégica de la multinacional española Emgesa, constructora del proyecto hidroeléctrico El Quimbo, recibió apoyo tecnológico de países como el Vasco, China, Alemania e Israel.
“Este tecnoparque funcionará con energía solar, lo que nos permitirá que sea un referente para el desarrollo de tecnologías que apoyen la productividad, competitividad de todos los renglones de la economía, sino del país.
De la mano de Emgesa a través de un convenio se pudo hacer esta alianza tan importante que nos permitirá referenciar nuevos avances tecnológicos, formación de talentos para los ciudadanos, que nos permitan visionar el futuro que queremos en energías alternativas y renovables”, explicó por su parte el director Regional del Sena, Camilo Castrillón.
A través de cuatro líneas de acción que tendrá el tecnoparque, agroindustria, biotecnología, agrónica y biotecnología; y el énfasis en la generación de energías renovables, el trabajo será la puesta en marcha o la aplicabilidad de conocimientos sobre proyectos productivos agrícolas y para la comunidad.
Uno de ellos será un trabajo con los tabacaleros para crear un sistema a base de energía solar para el secado de la hoja de tabaco, que reemplace al tradicional horno y de paso sea más amigable con el medio ambiente.
“Con Protabaco, que es una empresa aliada nuestra, se requiere mejorar el uso de los hornos para el secado de la hoja de tabaco. A partir de una idea que se desarrolló de la automatización de las variables que se tiene que tener en cuenta como temperatura y humedad, vamos a mezclar la energía convencional que es madera, para utilizar energía solar con desechos de roca caliza, para atrapar esa energía y de ahí generar la temperatura necesaria para el secado”, comentó el Subdirector del Tecnoparque La Angostura.
La idea es que a futuro se empiecen a desarrollar tecnologías con base a nuevas fuentes de energía como la hidráulica (agua), la eólica (viento) y la biomasa (residuos).
“El Sena tiene una red de tecnoparques y aquí en La Angostura trabajaremos en la energía solar fotovoltaica, pero tenemos alianzas con el tecnoparque de la Guajira, donde se desarrolla energía eólica (viento) y acá trabajaremos además con biomasa, es decir con residuos para producir energía”, concluyó Herrera.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar o solar termoeléctrica. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.