Las principales conclusiones de la octava edición de este exhaustivo estudio son que la salud de los ecosistemas ha disminuido un 30 por ciento y que la huella ecológica se ha duplicado. La organización insiste en que es imprescindible aunar los esfuerzos para cambiar el modelo energético actual y la dieta si queremos dejar de vivir más allá de los límites de la Tierra.
La humanidad necesitará de 2 planetas en el año 2030 y casi 3 en 2050 para satisfacer las demandas en el consumo de recursos naturales de la Tierra, ha dicho hoy el director de WWF, Juan Carlos del Olmo, durante la presentación a nivel mundial de la octava edición del informe "Planeta Vivo 2010".
La primera conclusión del Informe Planeta Vivo es que la tendencia de pérdida de riqueza natural de los últimos 40 años se mantiene constante. De hecho, el Índice Planeta Vivo (IPV) global, un indicador de las tendencias de casi 8.000 poblaciones de vertebrados de más de 2.500 especies, ha disminuido un 30% entre 1970 y 2007.
Por otro lado, la Huella Ecológica global, que mide la demanda de la humanidad sobre los recursos naturales, ha aumentado más del doble entre 1961 y 2007. Asimismo, el consumo mundial de recursos ha superado tanto la capacidad regenerativa de la Tierra (biocapacidad), que se necesitan 1,5 años para regenerar los recursos utilizados sólo en el año 2007. Dicho de otra forma, la población mundial utilizó el equivalente a 1,5 planetas en 2007 para sostener sus actividades.
Resulta dramático el descenso del IPV en las zonas tropicales (60%), apreciándose también un descenso global de los IPV de hábitats terrestres (25%), marinos (24%) y de agua dulce (35%). A escala biogeográfica destaca el descenso de un 66% del IPV para la región Indo-Pacífica. Esto se debe, sobre todo, al rápido desarrollo agrícola, industrial y urbano que ha producido en los últimos años la destrucción y fragmentación de sistemas fluviales, humedales y bosques en esta región del planeta.
Emiratos Árabes, el país con más huella ecológica
De forma paralela al descenso global del IPV, se ha producido un aumento espectacular de la demanda de recursos naturales: la Huella Ecológica global ha aumentado más de un 50% desde 1966, especialmente debido a la huella del carbono, que ha aumentado 11 veces desde 1961. La Huella Ecológica es el área requerida por la gente para proporcionar los recursos que utiliza, para infraestructuras y para absorber el CO2 emitido.
Si se continúa con la actual gestión tradicional, la humanidad necesitaría 2 planetas en 2030 y casi 3 en 2050 para satisfacer sus demandas. Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Dinamarca, Bélgica y Estados Unidos son los países con mayor Huella Ecológica del mundo. En el caso de España, el 19º país que más presiona sobre la biodiversidad. En relación a la población española necesitaría a día de hoy 3,5 Españas para satisfacer demandas de recursos y para absorber el CO2 emitido.
Una taza de café, 200 litros de “agua virtual”
La demanda de recursos hídricos de la humanidad se mide a través de la Huella Hídrica, siendo la India el país que más consume, seguido de China, Estados Unidos, Brasil e Indonesia. España se sitúa en al puesto 25. El informe de WWF destaca la preocupante situación de estrés hídrico de muchos países, de moderado a grave en 45 de ellos, situación que empeorará con el aumento de población y los efectos del cambio climático. De igual modo, el informe destaca el importante volumen de agua “contenido” en bienes y productos agrícolas, lo que se denomina “agua virtual”. A modo de ejemplo, la huella hídrica de un café con leche y azúcar, servido en taza desechable, es de 200 litros de agua. Tras ellos están el cultivo, la transformación, el transporte y la elaboración de los distintos productos.
Países ricos, una huella cinco veces mayor
La octava edición del Informe Planeta Vivo hace especial hincapié en la relación entre Huella Ecológica e ingresos económicos. Las conclusiones, no por previsibles, dejan de ser desalentadoras. Los países con mayores ingresos tienen una Huella tres veces mayor que los países de ingresos medios, y cinco veces mayor que los de bajos ingresos. Y, además, el impacto de la degradación ambiental y la pérdida de biodiversidad y servicios ecosistémicos (beneficios que se obtienen de la biodiversidad) se deja notar en la población más pobre y vulnerable. También, por primera vez, el Informe analiza en detalle dos de los servicios ecosistémicos más importantes: el almacenamiento terrestre de carbono, una herramienta natural para prevenir el cambio climático, y el abastecimiento de agua dulce.
Cambios en la energía y la alimentación
Sin embargo, la actual crisis económica ofrece una oportunidad única para reevaluar el modelo de desarrollo e iniciar la ruta hacia la sostenibilidad. WWF cree que esto es posible y, para ello, ha identificado dos retos prioritarios: energía y alimentación. Un escenario alternativo al de la gestión tradicional es disminuir al máximo la huella del carbono hasta conseguir un planeta 95% renovable. También se recomienda disminuir el consumo de carne y productos lácteos. Si la humanidad redujera el consumo de estos productos tan sólo en un 9%, se conseguiría una reducción de la Huella del 35%.
WWF pide a los gobiernos e instituciones:
1. Ir más allá del PNB y medir el desarrollo a través de indicadores como el IPV y la huella ecológica.
2. Mejorar la inversión en el capital natural para aumentar la capacidad del planeta de regenerar recursos (creando áreas protegidas o luchando contra la deforestación).
3. Centrar los esfuerzos futuros en cambios en los modelos de energía y alimentación (eficiencia, renovables y cambio de dieta)
4. Repartir la tierra disponible entre la producción de recursos y la conservación de la biodiversidad.
5. Distribuir los recursos limitados y la energía, el agua y los alimentos de forma equitativa entre las naciones y los ciudadanos.
6. Liderazgo por parte de los gobiernos e instituciones en la conservación y uso sostenible de la biodiversidad.
Juan Carlos del Olmo, Secretario General de WWF España, subraya: “Satisfacer las necesidades de una población humana creciente será solamente posible mediante un cambio decidido en nuestras economías, promoviendo un planeta renovable y transformando las pautas de consumo. Tenemos que innovar y encontrar nuevas formas de desarrollo que incluyan el imperativo de conservar la biodiversidad para vivir en los límites de nuestro planeta y apreciar el valor real de los bienes y servicios que proporciona”.
Angel Gurría, Secretario General de la OCDE, recuerda: “La protección de la biodiversidad y los ecosistemas debe ser una prioridad en nuestra búsqueda por construir una economía mundial más fuerte, segura y limpia”.
WWF destaca las energía renovables (aerogeneradores de energía eólica, fotovoltaica, termosolar) y la alimentación como retos prioritarios para frenar la demanda de recursos naturales y recomienda disminuir el consumo de carne y productos lácteos "si la humanidad redujera el consumo de estos productos tan sólo en un 9%, se conseguiría reducir la Huella en un 35%".