En Industria, alegan que este ajuste técnico estaba ya previsto por petición expresa de REE para ordenar el sistema eléctrico, según publica el diario económico Expansión.
La llamada energía reactiva, es la demanda extra de energía que circula por el sistema y que, tiene que producirse cuando Red Eléctrica lo reclama por las puntas de demanda o dejar de producirse cuando no es necesaria.
La nueva regulación afecta sobre todo a la energía eólica, ya que se incentiva en caso de que el gestor técnico del sistema lo haya reclamado, pero también se penaliza en caso de que se esté produciendo cuando no es necesario. Por tanto, la incertidumbre sobre las primas del sector eólico se mantiene.
El objetivo del Gobierno es reducir las primas, que el año pasado alcanzaron los 6.000 millones de euros. Este dinero es un coste para el sistema eléctrico.
La incertidumbre sobre las energías renovables ante el nuevo marco retributivo va a seguir pesando sobre todas estas tecnologías, principalmente ante la eólica.
Las empresas de energías renovables critican la incertidumbre regulatoria y lamentan que el Ministerio haya lanzado globos sonda sobre la posibilidad de que los recortes a las primas sean retroactivos, lo que de momento, todo esto queda en el aire después de que el Ministerio de Industria no haya mandado los nuevos incentivos al proceso previo para ser aprobado en Consejo de Ministros.
El sector eólico apunta que la maniobra del Ministerio que dirige Miguel Sebastián no busca más que seguir penalizando a las empresas de energías renovables con el objetivo de frenar el crecimiento en el sector a través de la incertidumbre regulatoria.
En medio de este crispamiento, el sector se queja de la "hipocresía del Gobierno" en su defensa de cara a la galería de las energías renovables. La nueva puntilla en este aspecto la dio ayer la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, al señalar que, además de la innovación, el sector de las energías alternativas y la economía verde "es donde se deben buscar los nuevos yacimientos de empleo".
Durante la inauguración de la II edición de Fingerplus, De la Vega resaltó que las energías limpias "han seguido creciendo a pesar de la crisis". Así, apuntó que, en 2009, generaron un 26 por ciento de la producción eléctrica del país.
A comienzos de julio, el Ministerio de Industria, a cuyo frente está Miguel Sebastián, informó que había cerrado acuerdos con las patronales del sector, la Asociación Eólica Empresarial (AEE) y la termosolar, Protermosolar, para revisar las primas a estas tecnologías. Se planteó una reducción del 35% hasta 2013 para las primas de la eólica y ajustes de calendario para las plantas termosolares. El 1 de agosto, además, Industria dio a conocer que había iniciado los trámites para recortar las primas a las fotovoltaicas. Nadie sabe ahora exactamente en qué estado de tramitación se encuentran las normativas. Se supone que deben estar camino del Consejo de Estado.
En el sector de renovables, empiezan a creer que las verdaderas intenciones del Gobierno van mucho más allá del recorte de primas. De lo que se trata es de frenar a todo el sector. De hecho, la incertidumbre regulatoria ha conseguido parar en seco nuevos proyectos. ¿Por qué va a tener prisa el Gobierno en aprobar una normativa sobre reducción de primas si está consiguiendo mucho más con la incertidumbre que supone no aprobarla?
www.expansion.com/2010/10/13/empresas/energia/1287005922.html