Toshiba quiere el 10% del mercado de baterías de litio para vehículos eléctricos

Toshiba tiene como objetivo hacerse con más del 10 por ciento del mercado de baterías recargables de litio para coches eléctricos en cinco años, con la vista puesta en un trozo importante del sector creciente pero competitivo del vehículo eléctrico.
 
El sector de las baterías que alimentan los vehículos eléctricos está creciendo con rapidez, y Toshiba ha hecho del negocio una de las áreas clave para ayudar a impulsar el crecimiento de la empresa y capear el impacto de los volátiles precios de los microprocesadores.

Sin embargo, la creciente demanda también está haciendo al sector más competitivo, y Toshiba y otras japonesas, como NEC, Hitachi y Sanyo Electric, se enfrentan con la surcoreana LG, a la china BYD y otros rivales en todo el mundo, que compiten por fabricar las baterías para el coche eléctrico del futuro inmediato.

"Nos gustaría expandir nuestro negocio con la esperanza de asegurarnos algo más el 10 por ciento del mercado mundial de baterías de iones de litio", dijo el consejero delegado de Toshiba, Norio Sasaki, en rueda de prensa celebrada en Kashiwazaki, en el norte de Japón, para celebrar la finalización de una segunda fábrica de este tipo de baterías.

Toshiba comenzará a producir en masa su batería recargable SCiB (Super Charge ion Battery) en febrero de 2011, con una capacidad inicial para fabricar 500.000 células por mes. Tiene previsto duplicar esa cifra para marzo de 2012.

Toshiba espera que las ventas de SCiB asciendan a 200.000 millones de yenes (unos 1.780 millones de euros) en 2015. "Depende de cuántos vehículos eléctricos suministren los fabricantes, pero si hay suficientes, podremos generar un beneficio de dos dígitos", dijo Sasaki.

Los vehículos eléctricos no emiten CO2, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar o solar termoeléctrica.

Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad a los vehículos eléctricos, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico. Las baterías, una vez acabada su vida útil en el coche eléctrico, se pueden reutilizar para gestionar la red.

La primera generación de baterías para el vehículo eléctrico serán de litio, pero es muy probable que la segunda sea de zinc-aire, más baratas y con el triple de capacidad.

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