Con ello, se evitará la emisión a la atmósfera de 64.000 toneladas de CO2 anuales y se alcanzará un efecto depurativo equivalente al producido por más de tres millones de árboles.
La vicepresidenta cántabra, Dolores Gorostiaga, ha visitado este martes las obras de ampliación acompañada por los responsables de las empresas implicadas en el proyecto (Iberdrola Renovables y Ocyener), así como por los consejeros de Industria y Desarrollo Tecnológico, Juan José Sota, y de Medio Ambiente, Francisco Martín, y el alcalde de Soba, Julián Fuentecilla.
La ampliación del parque de Cañoneras, que se espera que entre en funcionamiento en el mes de diciembre, supone una inversión de 17 millones de euros para instalar 17 nuevos aerogeneradores eólicos y aumentar la potencia en 14,45 megavatios (MW).
Esta inversión completa los 20 millones invertidos para poner en marcha el parque eólico, operativo desde 2007 con una potencia de 17,85 MW gracias a los 21 aerogeneradores instalados en aquel primer momento.
Durante la visita, Gorostiaga ha destacado la perfecta integración medioambiental y social de este parque eólico en el entorno natural y paisajístico de Soba.
La vicepresidenta ha señalado que este parque eólico es un modelo y ejemplo de buenas prácticas que implica cambios en el tejido industrial, económico y social positivos y que benefician a todos ya que generará nuevos empleos.
El representante de Iberdrola Renovables, Xabier Viteri, ha señalado el esfuerzo realizado por la compañía en I+D+I para el aprovechamiento eólico ya que estos nuevos aerogeneradores se situarán a una altura máxima de 1.270 metros de altitud, donde las máquinas estarán sometidas a inclemencias meteorológicas, especialmente por la intensidad del viento.
Además, ha recordado que Iberdrola Renovable seguirá trabajando en el desarrollo eólico de la región. En concreto, el parque de El Escudo, una zona bien estudiada por la compañía en aspectos como el impacto ambiental y arqueológico, entre otros.
Este parque eólico, único activo en la región, está promovido por Eólica 2000, una sociedad participada por Iberdrola Renovables y un grupo de empresas cántabras lideradas por Ocyener, que además han resultado adjudicatarios de otros 205 MW de potencia en la zona D del concurso eólico, a través de Biocantaber.
Los estudios de viento realizados durante ocho años en este espacio del municipio de Soba constataron que 17 de los 38 puntos fijados para la colocación de las turbines eólicas tenían condiciones de viento extremas, lo que obligó a diseñar un nuevo aerogenerador adaptado a esta zona concreta, que es el que se está instalando en esta segunda fase.
Así, cuando finalicen los trabajos, Cañoneras contará con 21 aerogeneradores clase IEC1 y 17 de clase ‘IECS Especial’, único en el mundo y fabricado por Gamesa. Se trata de aerogeneradores más eficientes energéticamente y, por tanto, mejores ambientalmente.
Los trabajos de ampliación del parque eólico, que incluyen labores de restauración y revegetación para garantizar la adaptación al entorno, han supuesto la creación de entre 30 y 40 empleos durante seis meses.
Además del empleo y la actividad para empresas cántabras, el parque eólico tiene otros beneficios económicos. De hecho, genera 196.000 euros de ingresos anuales al municipio: 68.000 euros al Ayuntamiento por el canon e impuestos locales; 109.000 euros a las juntas vecinales; y 19.000 euros a la Dirección General de Biodiversidad del Gobierno cántabro.
Y a esto se suman los beneficios ambientales, ya que se evitan la emisión a la atmósfera de 64.000 toneladas de CO2 al año, 230 toneladas de NOX (Óxido de Nitrógeno), 260 toneladas de SO2 (Dióxido de Azufre) y 50 toneladas de partículas que se producirían si se generase la misma electricidad con fuentes convencionales.