Barbados impulsará el uso de las energías renovables y reducirá su dependencia de combustibles fósiles con ayuda de un préstamo de 45 millones del Banco Interamericano de Desarrollo.
El programa ayudará a Barbados a introducir energías renovables en su matriz energética, mejorar su eficiencia energética, disminuir la emisión de CO2, promover medidas de adaptación al cambio climático y propiciar, además, iniciativas de conservación energética, así como la reducción de su exposición a la volatilidad de los precios internacionales del petróleo.
Asimismo, el préstamo apoyará el fortalecimiento institucional y la producción de distintas campañas de educación y concientización públicas para promover entre la población iniciativas de energía sostenible y de conservación energética.
Se espera que el programa financiado por el BID ayude a generar un ahorro de 284 millones en costes de electricidad en los próximos 20 años y a reducir el gasto acumulado de importación de petróleo de 2.650 millones a 1.980 millones en igual lapso. También se espera que contribuya a reducir las tarifas de electricidad entre un 15 y un 20 por ciento y a disminuir en más de 4,5 millones de toneladas las emisiones de dióxido de carbono equivalente.
El sector energético es una de las prioridades de la estrategia del BID con Barbados y este nuevo proyecto es parte de una serie de iniciativas de energía sostenible que el Banco está financiando para ayudar a reducir las importaciones de petróleo, aumentar el uso de las energías renovables en la matriz energética y promover un uso más eficiente de la energía”, dijo Christiaan Gischler, el líder del equipo del proyecto. El BID ha proporcionado más de 3,5 millones en donaciones destinadas a proyectos de energía en Barbados en los últimos dos años.
Se espera que en los próximos 20 años el nuevo programa financiado por el BID genere un beneficio neto de 284 millones en ahorros generados por el costo del combustible y la electricidad. También se espera durante el mismo período una reducción del coste acumulativo de las importaciones de petróleo de 2.650 millones a 1.980 millones. Igualmente, se prevé que el programa reducirá más de 4,5 millones de toneladas equivalentes de emisiones de dióxido de carbono.
La capacidad eléctrica instalada de Barbados, de 239 megavatios, se genera a partir de combustibles fósiles, que en su mayor parte son importados. Pero el gobierno y el BID estiman que al menos un 29 por ciento podría provenir de energías renovables económica y comercialmente viables, incluyendo la cogeneración a partir de la biomasa (20 MW), la transformación de desechos en energía (13,5 MW), y aerogeneradores de energía eólica (10 MW o más).
“Los paneles de energía solar fotovoltaica (FV) que no utilicen baterías y que estén conectados a la red de distribución energética desempeñarán un papel importante, dijo Gischler. En los próximos dos años vamos a ver instalado por lo menos 1 MW, a partir de los paneles fotovoltaicos. El Gobierno de Barbados y el equipo del proyecto creen que los FV pueden seguir la tendencia de los calentadores de agua solares, y que hoy son muy populares en Barbados, ya que una de cada tres residencias en la isla dispone de una unidad instalada.”
En relación a la eficiencia energética, el gobierno calcula que el uso extensivo de las lámparas fluorescentes compactas, los medidores de consumo eléctrico, los motores de alta eficiencia, los sistemas eficientes de aire acondicionado, las unidades de frecuencia variable y las unidades eficientes de enfriamiento podrían contribuir a ahorrar un 19,4 por ciento del total del consumo eléctrico de la isla.
Como parte del programa, el gobierno también se propone promover el uso eficiente de los combustibles fósiles, incluyendo un mayor uso del gas natural, y una mejor eficiencia y sostenibilidad en el consumo de los hidrocarburos. Asimismo, se comercializarán los créditos resultantes de las reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero en los mercados mundiales del carbono, con el fin de generar fondos adicionales que permitan el financiamiento de proyectos de eficiencia y reducción energéticas.
El préstamo es a 20 años de plazo, con un período de gracia de cinco años, y tiene una tasa de interés variable basada en la Libor. Se espera que sea la antesala de un segundo préstamo con similares características.