Con él, se atenderán las necesidades de abastecimiento energético de una misión local con una red de guarderías que asiste a 2.200 niños, y además, con la mezcla de estas fuentes de energías, se evitará la emisión a la atmósfera de nueve toneladas de CO2 al año. Este método permitirá, entre otras utilidades, la conservación de medicinas o alimentos.
Personal de Sonkyo Energy encabezados por su director general, Íñigo González, se desplazará el próximo mes de noviembre a Turkana para la instalación y montaje.
El proyecto se desarrolla en colaboración con la comunidad misionera San Pablo Apóstol. Además, Sonkyo cuenta con el apoyo de la empresa local de energías renovables Power Gen Technologies, con sede en Nairobi, que dará asistencia técnica y mantenimiento, además del asesoramiento a través de Internet que prestará Sonkyo Energy.
Con un coste total de 60.000 euros, este proyecto solidario se financia al 50 por ciento por Sonkyo Energy y la Fundación Rose de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), entidad que promueve la participación de empresas en la financiación conjunta de acciones solidarias y medio ambientales.
En la iniciativa también están implicadas las empresas cántabras Teican y Setelsa. Teican es una empresa de ingeniería ambiental pionera en Cantabria especializada en el campo de las energías renovables, el tratamiento de aguas y la consultoría ambiental. Colabora con empresas y centros de investigación en proyectos nacionales y europeos a través de su departamento de I+D+i.
Por su parte, Setelsa (Sistemas Electrónicos y Telecomunicaciones SA) se ha ocupado de todo lo relacionado con su campo de especialización, la electrónica.
Y Sonkyo Energy, la división de energías renovables de Sonkyo Group, cuyo producto principal es el aerogenerador de mini eólica Windspot, se ha ocupado de la instalación de los equipos solares y eólicos, además de la financiación.
Turkana se encuentra al norte de Kenia y es uno de los distritos del país que más sufre los problemas del hambre y la pobreza extrema.
En esta región viven 1,8 millones de personas y el 74 por ciento sufre de inseguridad alimentaria por lo que no alcanza los niveles de consumo mínimos de alimentos. La expectativa de vida en Turkana es inferior a los 50 años.
Esta zona tiene condiciones ambientales difíciles, ya que es semiárida y son comunes las sequías durante grandes períodos y la escasez de agua potable, que dificulta la agricultura. Las temperaturas durante todo el año oscilan entre los 24 y 38 grados.
Allí trabaja la comunidad misionera de San Pablo Apóstol, que desde 1983 desarrolla proyectos en los campos de la salud, la nutrición, el agua y la agricultura. La misión de Lobur coordina todos estos proyectos de desarrollo.
Con este proyecto se quiere abastecer de electricidad a la misión de Lobur. Al instalarse los aerogeneradores de 3,5 Kw Windspot 3.5 se aumentará la potencia instalada y se conseguirá un ahorro en su mantenimiento. El Windspot es especialmente adecuado para estas condiciones, ya que su diseño le permite producir energía en entornos con poca velocidad del viento.
También se instalarán 18 placas solares con una potencia total de 3.3 kW, que proporcionarán una energía de una media de 2.2 kW/h diarios.
La misión de Lobur dispone de almacenes de alimentos para los 2.200 niños que hay en sus once centros de rehabilitación nutricional para nómadas.
La colaboración en este proyecto obedece a una petición del doctor Ferrán Ballester, quien desde hace años mantiene un pequeño ambulatorio en Bakambe, un pueblo que se encuentra a 50 kilómetros por un camino de tierra del pueblo más cercano.
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