El creciente parque de automóviles aumenta el consumo de petróleo, que en parte se importa, las emisiones de CO2 y la contaminación de las grandes ciudades.
"A pesar de que el gigante asiático se convirtió el año pasado en el mayor mercado automovilístico mundial, superando a EE UU, con unas ventas de 13,64 millones de coches, la capacidad prevista para 2015 excederá la demanda del país", dijo Chen Bin, miembro de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma Nacional.
Según Chen, los treinta principales fabricantes de coches de China alcanzaron a finales del año pasado una capacidad de producción de 13,59 millones de vehículos, y la cifra para 2015 se situará entorno a los 31,24 millones, lo que excederá en gran parte la demanda".
Además, señaló que "los gobiernos locales impulsados por los ingresos y los beneficios económicos han estado haciendo a ciegas esfuerzos por abrir nuevas fábricas y ampliar la capacidad".
Por ello, Chen pidió a las autoridades locales que se deje de presionar a los fabricantes para incrementar la producción y que se ponga fin a las políticas favorables de impuestos de las que disfrutan ciertas empresas.
Chen agregó que los gobiernos deben supervisar mejor los datos de eficiencia industrial para llevar a cabo una distribución razonable de recursos.
Los fabricantes se beneficiaron de los ayudas anunciados en junio por Pekín para la adquisición de vehículos de pequeño tamaño, con motores reducidos y eficientes energéticamente.
El Gobierno chino subvenciona con 3.000 yuanes (357 euros) la compra de automóviles con un motor de menos de 1.600 centímetros cúbicos y reduce el impuesto de este tipo de vehículos al 7,5%, en vez del 10% habitual.
Asimismo, los compradores de vehículos eléctricos en las grandes ciudades chinas pueden recibir ayudas de hasta 60.000 yuanes (7.150 euros).
El vehículo eléctrico para China supone una gran oportunidad, al no consumir petróleo ni emitir CO2 si la electricidad proviene de energías renovables.
De acuerdo con el Centro de Investigación y Tecnología de la Automoción de China (CATRC, sus siglas en inglés), las ventas de vehículos en el gigante asiático ascendieron a 1,21 millones de unidades durante el mes de agosto, lo que supone un crecimiento del 55,7% respecto al mismo periodo del año pasado.
Los coches eléctricos, que hoy ocupan un papel absolutamente marginal, como todo el mundo, empiezan a llegar tímidamente al mercado.
China ya fabrica bicicletas y motos eléctricas, y empieza a producir los primeros coches eléctricos. Los vehículos eléctricos no emiten CO2, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar o solar termoeléctrica. China este año instalará cerca de 18.000 MW eólicos, y por segundo año consecutivo será el país que más potencia eólica instale.
Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad a los vehículos eléctricos, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.
China es el tercer productor mundial de litio, que se utiliza en la producción de baterías para coches eléctricos, detrás de Chile y Australia, y cerca del 90 por ciento de su extracción proviene de los lagos salinos de la provincia de Qinghai.
El estudio de la empresa Pike Research señala que China será el mayor mercado mundial del vehículo eléctrico, donde para 2015 se habrán vendido 888.000 unidades de estos automóviles eléctricos, alrededor de un 27 por ciento de las ventas mundiales.