Un año después de la puesta en marcha de nuevos muladares en la comarca de Els Ports, para alimentar a la población de buitres existente, la mortalidad de las aves carroñeras en la zona se ha reducido, según ha apuntado el diputado de Medio Ambiente de la diputación, Vicent Aparici. Además, este descenso también se ha debido a la puesta en marcha de medidas de control en el vertedero de Vilafranca.
Aparici afirma que "mi valoración es muy positiva y estoy muy satisfecho de que con los acuerdos alcanzados entre Renomar y el departamento de medio ambiente de Diputacion se estén llevando a la práctica y el vertedero de Vilafranca, única instalación con una ISO 14.000 de la provincia que funciona con normalidad cumpliendo la autorización ambiental integrada".
Este es un buen ejemplo de buena gestión, en este caso en el área ambiental, que la Diputación de Castellón esta llevando a cabo, junto a los alcaldes de las comarcas del interior de la provincia.
Muladares de nueva construcción. Dichos muladares cuentan con la pertinente autorización de construcción y funcionamiento otorgada por la Dirección General de Gestión del Medio Natural de la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda.
El 24 de febrero de 2009 se autorizó el muladar ubicado Zorita del Maestrazgo y el 26 de febrero del 2009 se autorizó el muladar ubicado en Vallibona.
En los muladares se ponen los despojos de la caseta de animales muertos de Forcall que fue construida con subvención de la Diputación.
El muladar de Cinctorres es de propiedad y gestión pública y Renomar realizó la adecuación y mejora del muladar existente tras recibir autorización de la Dirección General de Gestión del Medio Natural de la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda para la ejecución de estas actuaciones.
También se solicitó un cuarto muladar en término de Ares pero no se llegó a ejecutar ya que consideran los técnicos que con lo tres anteriores es suficiente, y por ello está pendiente de autorización.
La información que ha sido solicitada desde el Departamento de Medio Ambiente de la Dirección General de desarrollo sostenible y Biodiversidad del Gobierno de Aragón en relación a los muladares ubicados en la zona de influencia con los parques eólicos de Castellón, es que los muladares de Peñarroya-Tastavins, Ejulve y La Mata de los Olmos se encuentran en activo desde la mediados de 2008, y el muladar de Bordón se encuentra en construcción. Otro elemento importante ha sido el funcionamiento de las Casetas de animales muertos.
Los muladares de Castelló se han ubicado en zonas perimetrales de los parques eólicos, para tratar de evitar el choque de las aves carroñeras contra las palas de los aerogeneradores. El objetivo es que los buitres no atraviesen el parque eólico mientras vuelan para dirigirse hasta los puntos de alimentación.
Estas medidas van encaminadas a levantar la suspensión de funcionamiento de los parques eólicos de Vilafranca, Ares y Castellfort, que se pararon por orden judicial, al registrarse numerosos choques de aves carroñeras contra las aspas de los aerogeneradores. Los buitres chocaban contra los parques eólicos en sus desplazamientos hacia el vertedero de Vilafranca, donde se alimentaban.
La mortandad que ocasiona un parque eólico es mínima, excepto en algunos lugares en las proximidades de vertederos, donde se alimentan las aves.
Medidas sencillas como las adoptadas en Castellón y Teruel, y en el pasado en Huesca y Cádiz, demuestran que el cierre de vertederos y muladares en las proximidades de parques eólicos reducen la mortalidad de las aves a una proporción mínima.
Durante años se ha exagerado o distorsionado el impacto de los parques eólicos sobre las aves. El dato real: 7.000 aves en EE UU, frente a 1.500 millones de aves muertas por otras causas antropogénicas.
Primero los datos y las fuentes fiables.
Mortalidad de aves en Estados Unidos por diversas causas
-Ventanas: 976 millones de aves.
-Gatos: 110 millones de aves.
-Plaguicidas: 72 millones.
-Colisiones con torres de comunicación: 4 a 50 millones de aves.
-Caza: más de 100 millones de aves.
-Líneas eléctricas de alta tensión: 175 millones de aves.
-Atropellos: de 50 a 100 millones de aves.
-Centrales termoeléctricas de carbón y gas natural: 14,5 millones de aves.
-Centrales nucleares: 327.000 aves.
-Parques eólicos: 7.000 aves, menos del 0,0005% de las muertes de aves por causas antropogénicas.
Cuando se aborda el impacto ambiental de una fuente de energía ha de estudiarse el ciclo completo. Entre todas las fuentes energéticas, la eólica, junto con la solar directa (termosolar y fotovoltaica), es la menos dañina.
Y, sin embargo, determinados grupos han lanzado una campaña contra la energía eólica, cada parque eólico en particular y cada aerogenerador, en base a datos no contrastados o falsos, y siempre con la misma cantinela: eólica sí, pero aquí no, que en la práctica es en ninguna parte.
Ya va siendo hora de responder con datos, informes y estudios rigurosos y fiables a campañas que sólo favorecen la emisión de CO2 por las centrales térmicas o la generación de residuos radiactivos por las centrales nucleares, al impedir la alternativa más clara, sostenible y barata que existe: la energía eólica.
La mortalidad de aves por los aerogeneradores es de 0,269 fallecimientos por GWh; por las centrales eléctricas de combustibles fósiles, de 5,18 muertes por GWh y por centrales nucleares de 0,416 por GWh.
Fuentes:
1. “Contextualizing Avian Mortality: A Preliminary Appraisal of Bird and Bat Fatalities from Wind, Fossil-Fuel, and Nuclear Electricity,” Energy Policy 37(6) (June, 2009), pp. 2241-2248.
2. US Government Accountability Office, Wind power: impacts on wildlife and government responsibilities for regulating development and protecting wildlife (Washington, DC: US GAO, September, 2005, GAO-05-906).
3. Veltri, Carl J., Klem, Daniel, 2005. Comparison of fatal bird injuries from collisions with towers and windows. Journal of Field Ornithology 76 (2), 127–133.
4. Winegrad, G., 2004. Wind turbines and birds. In: Susan Schwartz (Ed.), Proceedings of the Wind Energy and Birds/Bats Workshop: Understanding and Resolving Bird and Bat Impacts (Washington, DC: Resolve, September, 2004), pp. 22–28.
5. National Academy of Sciences. 2007. Environmental impacts of wind-energy projects (Washington, DC: National Research Council).
www.stanford.edu/group/efmh/jacobson/EnergyEnvRev1008.pdf
www.stanford.edu/group/efmh/jacobson/