La energía eólica en Argentina, en manos de empresas locales

Argentina tiene un potencial eólico que supera el de toda Europa, con más de dos millones de megavatios, pero apenas tiene 30 MW instalados, frente a los casi 20.000 MW de España. Pero este año Argentina se ha lanzado a aprovechar sus inmensos recursos eólicos.

Tras una prolongada licitación que duró casi 12 meses, el Gobierno decidió adjudicar el negocio de la generación eléctrica con energías renovables a 12 empresas que se comprometieron a invertir 9.000 millones de dólarees en los próximos tres años.

Isolux, Emgasud, Pescarmona (fabricante de aerogeneradores) e Iecsa quedaron como los principales ganadores del Genren.

Del total los 895 MW que fueron adjudicados, la mayor parte (754 MW) correspondieron a la  energía eólica que fue la que más interés despertó entre los 48 oferentes que compitieron en el Genren.

Criterios de plazo y precio fueron los decisivos a la hora de adjudicar los proyectos.

Con cuatro parques eólicos aprobados, Isolux fue la más beneficiada en el sector eólico. Se adjudicó la construcción y operación de cuatro parques aerogeneradores en Chubut que totalizan 200 MW.

El segundo lugar de las más beneficiadas fue para Emgasud que logró cuatro parques eólicos en Rawson y Puerto Madryn que suman 180 MW.

A continuación, está IMPSA (Pescarmona) con 155 MW que provendrán de cuatro parques eólicos ubicados en Chubut y Santa Cruz. IMPSA es además el único gran fabricante de aerogeneradores, con fábricas en Argentina y Brasil.

El resto de las iniciativas eólicas quedó repartido entre la siguientes empresas: Sogesic (99 MW), Patagonia Wind Energy (50 MW), International New Energies ( 50 MW) y Energías Sustentables (20 MW).

Entre los que se quedaron con las manos vacías aparecen el grupo Eurnekian, el INVAP y la petrolera Panamerican Energy, cuyas propuestas superaron el valor tarifario de 136dólares por MWh que se tomó como referencia para adjudicar los proyectos eólicos.

Además de la tarifa de energía solicitada, los técnicos de ENARSA tuvieron en cuenta otras tres variables clave para analizar las ofertas: el plazo de la obra, la capacidad de los parques y el componente local de equipos y mano de obra.

En las restantes energías renovables, los proyectos aprobados fueron los siguientes: Biocombustibles: Se adjudicaron cuatro instalaciones que suman 110 MW a las empresas Nor Aldyl (76 MW) y Emgasud (34 MW).

Solar: Quedaron 6 proyectos que totalizan 20 MW asignados a las firmas Nor Aldyl, International New Energy, Energías Sustentables y Generación Eólica SA.

Pequeñas hidroeléctricas: En este caso se aprobaron las cinco iniciativas en juego por 10,5 MW a Iecsa, SIRJ y Centrales Térmicas Mendoza.

En todos los casos, las adjudicatarias deberán afrontar las obras con recursos y financiamiento propios. A cambio tendrán asegurada la venta de la electricidad a ENARSA por un plazo de 15 años y con tarifas dolarizadas que les permitirán recuperar las inversiones y embolsar una rentabilidad razonable.

Más allá del entusiasmo oficial por las iniciativas de energías renovables que representarán el 4% de la matriz energética nacional, los técnicos de la Compañía Administradora del Mercado Eléctrico (Cammesa) marcaron dos datos llamativos del proceso licitatorio.

Por un lado, no se habría respetado el cupo de 50 MW por proyecto/empresa fijado en el pliego. Y por otro lado, quedó una marcada concentración de equipos eólicos en Chubut que podría saturar la línea de alta tensión patagónica y afectar los despachos de energía hacia resto del país.

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