Para desarrollar estos objetivos, la Fundación Movilidad de la capital y Nissan-Renault crearán un equipo de trabajo que, en unos seis meses, propondrá un acuerdo definitivo para que la red de puntos de recarga que se instale en Madrid sea compatible con los requisitos técnicos de los vehículos eléctricos del consorcio.
Además, la empresa contribuirá con su flota de vehículos eléctricos y sus puntos de recarga a realizar una prueba piloto para promocionar este tipo de movilidad, e integrará las especificaciones técnicas y de diseño en sus coches y puntos de recarga para garantizar la compatibilidad.
También colaborará con el Consistorio en la creación de uno de los primeros servicios de ‘car sharing’ exclusivamente de vehículos eléctricos, ayudará en la definición de nuevos usos del vehículo eléctrico y colaborará en la identificación de nuevos sectores interesados en tener una flota de vehículos eléctricos.
Finalmente, los firmantes colaborarán en la promoción de la movilidad eléctrica en eventos divulgativos y buscarán de forma conjunta soluciones para los nuevos problemas que vayan surgiendo. Además, Renault trabajará para conseguir "el intercambio de información entre el coche y los puntos de recarga a través del navegador".
"Madrid será una de las primeras ciudades del mundo por la que circulen los vehículos eléctricos que fabriquen y comercialicen Renault y Nissan, y trabajaremos conjuntamente en el uso, fomento y difusión de esta tecnología, analizando los posibles incentivos financieros para usuarios y redes de recarga", apostilló el delegado de Seguridad y Movilidad de la ciudad, Pedro Calvo, durante la firma del acuerdo.
El objetivo último de este Memorando de Entendimiento entre el Consorcio Renault-Nissan y el Ayuntamiento de Madrid es que, mediante la colaboración público-privada, se logre "hacer de las ciudades espacios medioambientalmente más sostenibles, equilibrados y competitivos".
"El siglo XXI es el de la prioridad de los ciudadanos sobre el automóvil, aunque eso no significa tener que renunciar a él, pero sí cambiar de prioridades para que los coches se adapten a la ciudad y no los ciudadanos a sus imposiciones", explicó el primer edil madrileño, Alberto Ruiz-Gallardón, tras la firma del convenio.
De hecho, según destacó, la capital española ya se ha "incorporado al reto de la movilidad eléctrica" tanto en el campo de los distribuidores de energía como en la de los vehículos, aunque, a su parecer, "la exigencia de plantear la movilidad eléctrica más allá del ámbito local requiere que las ‘ciudades inteligentes’ trabajen sobre redes de recarga inteligentes y que aprovechen al máximo su capacidad productiva de energía".
De hecho, la capital ya ha dado pasos en ese sentido como la instalación de más de 500 puntos de recarga, la exención del pago de la Zona Azul a este tipo de coches, la reducción del 75 por ciento sobre el impuesto municipal o la renovación de la flota de autobuses de la ciudad por otros que usan energías limpias, entre otras medidas.
"Liderar este proceso de cambio en la movilidad urbana y situarse en el grupo de cabeza de las grandes ciudades del mundo es una de las principales aspiraciones de Madrid. Es más, queremos hacer de esta necesaria evolución una ocasión de progreso", afirmó Gallardón, tras recordar que "la Agencia Internacional de la Energía prevé que para 2020 los vehículos eléctricos alcancen el 50 por ciento de la cuota de mercado".
Y el consorcio Nissan-Renault quiere posicionarse bien en estas expectativas, tal y como destacaron los dos responsables que firmaron el convenio. Así, Olivier Paturet destacó que "el próximo año los madrileños conducirán coches eléctricos, es una realidad" porque la ciudad "está preparada".
Para él, lo fundamental en este cambio de modelo es trabajar en que coches y puntos de recarga sean seguros, en tener una red eléctrica suficiente para soportar la demanda, en que sea un sistema "fácil e instintivo" para el usuario y en que sea "disfrutable".
Por su parte, el presidente director general de Renault España, Jean-Pierre Laurent, avanzó que en el primer semestre de 2011 los europeos podremos empezar a comprar "el primer vehículo totalmente eléctrico" que, además, será producido en la fábrica de la compañía en Valladolid.
Además, Renault sacará una gama de cuatro vehículos limpios: un coche familiar, un coche de carga, un coche compacto urbano de 2,30 por 1,13 metros y que puede girar en tres metros ("Será muy ágil y perfecto para ciudades como Madrid", prometió Laurent), y un ‘concept car’ un poco más grande, que saldrá a la calle en 2012.
"Tendremos la gama más amplia de coches eléctricos existente en el mercado", afirmó el responsable de Renault, añadiendo además que "con la alianza con Nissan se podrá responder a todas las necesidades que se planteen".
Y es que la ciudad de Madrid, en sus 600 kilómetros cuadrados, soporta una intensidad diaria de tráfico de 2,4 millones de vehículos, con su correspondiente contaminación. En esta línea, el Ayuntamiento ha apostado por el coche eléctrico de una manera clara con la creación de una red de recarga que en breve alcanzará los 500 puntos de recargada, la exención del pago del Servicio de Estacionamiento Regulado a los vehículos eléctricos o una reducción del 75% sobre el impuesto de vehículos de tracción mecánica.
Otras iniciativas municipales para conseguir una movilidad sostenible han sido la incorporación de microbuses eléctricos en diversos líneas de la EMT, la renovación de la flota municipal de vehículos de acuerdo a estrictos criterios que permiten calificarla de ‘flota verde’ o la instalación de puntos de recarga eléctrica en los nuevos aparcamientos subterráneos.
Además, se ha planteado el desarrollo del proyecto MOVELE, que promueve el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, en el que ya cuenta con socios como Endesa, Iberdrola, Unión FENOSA-Gas Natural y Cobra-ACS. A ellos se suma hoy Nissan y Renault.