En el pasado ejercicio, este sector percibió 10 millones de euros en subvenciones (del total de más de 4.600 millones que recibieron las energías renovables). En concreto, cada kilovatio por hora de electricidad termosolar recibe una prima de 28 céntimos de euro.
Según Ruiz, reducir más las ayudas a la termosolar significaría "cercenar" su incipiente desarrollo y dar al traste con la situación de privilegio que España ostenta en esta industria. "Por primera vez, somos los primeros en una tecnología", apuntó.
Crespo aseguró además que el objetivo ya programado de alcanzar 2.500 megavatios (MW) termosolares hasta 2013 atraerá inversiones por 15.000 millones de euros. Esta inversión incluye los 382 MW ya operativos y los 718 MW en fase avanzada, y se distribuye a razón de una media de 300 millones por planta, de los que el 60% procede directamente de empresas españolas.
El secretario general de Protermosolar dijo además que la capacidad instalada actual de España, que ha requerido hasta la fecha inversiones por 2.500 millones, le convierte en el primer país del mundo en implantación de termosolar, por delante de Estados Unidos, donde hay 350 MW instalados.
Por otro lado, el presidente de Protermosolar, Valeriano Ruiz, pidió que se distinga la termosolar de la fotovoltaica, ya que la primera es "gestionable por REE" y capaz de contribuir al sistema durante las puntas de la tarde, y advirtió además, frente a las críticas contra las renovables, de que "todo el mundo ha recibido dinero público".
Como ejemplo, aludió a los incentivos recibidos por las generadores de energía convencional a través de los costes de transición a la competencia, de la moratoria nuclear o del desarrollo de oleoductos e infraestructuras hidráulicas. "Primero te ignoran, luego se ríen de ti, luego te combaten y al final, ganas", aseguró en alusión al desarrollo de la termosolar.
Además, recordó que las energías renovables contribuyen a reducir el precio del mercado mayorista de electricidad (‘pool’) y advirtió de que este dato "se olvida" cuando se habla de los 4.600 millones en primas recibidas por estas fuentes energía en 2009 y del efecto de este importe sobre el déficit de tarifa.
De los 4.600 millones en primas a las renovables del año pasado, la termosolar recibió 10 millones de euros, aunque este importe corresponde sólo a las "cuatro o cinco plantas" operativas en 2009. De hecho, esta fuente recibe una prima de 28 céntimos de euro por kilovatio hora (kWh), en línea con el incentivo a la fotovoltaica.
El secretario general de la patronal aseguró que los generadores del régimen ordinario están "enfadados" con las renovables porque estas últimas "bajan el precio de la electricidad hasta un 30% gracias a su contribución al ‘pool’" y, con ello, hacen que los primeros "produzcan menos".
"Hay una campaña muy agresiva. Todos los pájaros comen trigo y resulta que la culpa es del gorrión", afirmó, antes de subrayar que, del total de 6.000 millones de primas de 2009 al régimen especial, las renovables recibieron 4.600 millones, pero la cogeneración a gas natural se llevó otros 1.200 millones, aunque en su caso "parece que no comen trigo".
Sobre la disposición del Gobierno a revisar las primas a las renovables, adelantada en las propuestas iniciales del Pacto de Zurbano, dio por hecho que los posibles cambios no serán "retroactivos" ni afectarán por ello a las plantas programadas. "Ahora el marco es adecuado y permite que funcione el sector hasta 2013, y esperamos que el nuevo marco no lo cercene", señaló, antes de mostrarse "dispuesto" a colaborar con el Ejecutivo en el diseño de la nueva normativa.
El régimen actual de primas a la termosolar, aplicable a los 2.500 MW de proyectos programados hasta 2013, podría obligar al sistema a desembolsar hasta 1.400 millones de euros por ejercicio, sobre la base de que cada planta rinda 2.000 horas anuales. No obstante, Crespo aseguró que en 2020 la nueva potencia ya no requerirá primas.
El responsable de Protermosolar explicó además que las plantas termosolares, por su dimensión, requieren "sólidos proyectos tecnológicos" que, hasta la fecha, han sido recibidos con interés por entidades financieras como el Santander, el BBVA, La Caixa o Caja Madrid, y que incluso están atrayendo a "fondos extranjeros" dispuestos a comprar participaciones minoritarias.
Según el mapa termosolar presentado por Protermosolar, ACS-Cobra es la empresas con más megavatios instalados y operativos de esta tecnología, con 150 MW distribuidos en tres plantas. Esta compañía supera en la clasificación a Abengoa, que tiene 130 MW, así como a Iberdrola y Acciona, que tienen cada una 50 MW y una planta.
"Nos preocupa que el Gobierno, presionado por algunos grupos, pueda rebajar las primas a las renovables. Nos parece mal que se puedan poner en cuestión los objetivos para 2020", fecha para la que el sector aspira a no necesitar de ayudas públicas.
Según sostuvo, "la apuesta por las renovables no cuesta dinero al sistema eléctrico, sino a las empresas, lo que justifica su enfado" y sus intentos de sacar las primas de la tarifa.
Admitió que la termosolar, como el resto de las renovables, reciben primas "transparentes". Sin embargo, "todas las tecnologías de generación convencionales han disfrutado en uno u otro momento de ayudas públicas, dirigidas a infraestructuras -como embalses, gasoductos u oleoductos- o a prospecciones específicas que repercutieron en el recibo de la luz, como la moratoria nuclear o las ayudas al carbón", puntualizó.
Según indicó el secretario general de Protermosolar, Luis Crespo, esta energía está llamada a ocupar un papel relevante, ya que se trata de una energía autóctona y no emisora de CO2, como el resto de las renovables, pero que, a diferencia de estas, se puede almacenar y es, por ello, más gestionable.
Cada planta, de 50 MW, implica una inversión de 300 millones de euros y da 5.000 empleos equivalentes por año. Para principios de 2013, y si se mantiene la normativa actual, el sector cuenta con alcanzar los 2.500 MW instalados (lo que supondría hasta un 5% del parque generador español) y una inversión global de 15.000 millones de euros. Para ello, es preciso "que no se cambien las reglas del juego", señaló.