Las fuentes consultadas que participan en la elaboración de un informe que servirá de base para el análisis en el gabinete provincial, mencionaron, a modo de ejemplo, el proyecto Malaspina presentado en la audiencia pública que se realizó en Camarones, donde se informó que para una potencia a instalar de 80 megavatios se requiere una inversión total de 220 millones de dólares de los cuales se utilizarán 45 millones en gastos de contratación local.
No es un dato menor si se considera que ENARSA ofertó 578 megavatios de potencia en territorio chubutense. Los especialistas señalaron que en caso de que se contraten solo 200 megavatios, la inversión rondaría los 550 millones de dólares con un componente de gastos locales cercano a los 110 millones, sin considerar en ese cálculo la fabricación de las torres de los aerogeneradores que aumentaría sustancialmente esta última cifra.
Respecto a la posibilidad de fabricar en la provincia las torres de equipos eólicos, pudo verificarse que existen varias empresas que se han preparado para fabricar este tipo de equipamiento. Quienes conocen el negocio reducen el número a tres empresas ubicadas en Comodoro Rivadavia, Puerto Madryn y Trelew.
“Debemos tener en cuenta que muchos oferentes considerarán la posibilidad de fabricar muchos componentes en forma local por los menores costes de mano de obra y seguramente para ahorrar en fletes que siempre son más caros para trasladar los componentes terminados que para transportar los insumos necesarios para su fabricación”, explicó la fuente.
Con todo, los expertos consultados coincidieron en que “las tres no darían abasto para fabricar en casi dos años unas 100 torres que se requerirían para una hipotética contratación de 200 megavatios”. Visto desde esa perspectiva, indicaron, esta actividad económica, incluida la generación de empleo, ofrece enormes posibilidades.
Los técnicos indicaron que el cupo para proyectos eólicos se funda en un mapa de vientos confeccionado por el gobierno nacional. Ese estudio confirma que existen en el país 1,2 millón de kilómetros cuadrados “especialmente aptos” para esos desarrollos. Chubut, Santa Cruz y Neuquén, son las provincias patagónicas que figuran en ese mapa. El potencial eólico supera los 6 millones de megavatios, muy superior al de toda Europa.
Hay que señalar que la mayoría de los proyectos eólicos están radicados en Chubut. Para los expertos se registra actualmente una coyuntura favorable para esta provincia “porque ya tiene construida la interconexión con el sistema nacional, mientras que Santa Cruz solo tiene interconectada la zona norte”.
Las energías renovables vienen cobrando espacio en el mundo donde los expertos, preocupados por el calentamiento global, propician el desarrollo de energías limpias.
En el caso de los emprendimientos eólicos, la reticencia en algún caso pasa por la fuerte inversión inicial que requiere la instalación de parques eólicos (aerogeneradores, instalaciones, controladores), pese a que el recurso viento tiene un costo cero, un tema que también se ha empezado a tratar ya que en algunos círculos se estaría aconsejando que se haga una reserva frente a la posibilidad de percibir regalías por ese recurso.
Para incentivar la participación empresarial, además de asegurarles una tarifa diferente, el Gobierno ofrece ventajas impositivas. El esquema para promocionar las inversiones en desarrollos eólicos está apoyado en dos leyes sancionadas durante la actual gestión gubernamental que otorgan beneficios fiscales para la fabricación de componentes de aerogeneradores. No están alcanzados por esas ventajas el desarrollo de proyectos, y la construcción y operación de parques eólicos.
Cabe recordar, en ese sentido, que en 2009 el Poder Ejecutivo envió al Parlamento provincial un proyecto de Ley que adhiere a la Ley Nacional 26.190 con el objeto de eximir del pago de impuestos por sellos e ingresos brutos a quienes desarrollen proyectos de generación de electricidad a partir de fuentes de energías renovables no fósiles, tales como la energía eólica.
Si bien este proyecto fue avalado por el Poder Ejecutivo y tratado previamente con el presidente de la Cámara y los legisladores oficialistas, aún permanece anclado en las comisiones.
Unos 11 proyectos para generar energía eólica, con un diferente grado de avance que va desde la simple formulación, hasta la presentación de ofertas en Enarsa o la aprobación del estudio de impacto ambiental, aguardan el momento oportuno para concretarse, de acuerdo a la información oficial aportada por los especialistas en el tema que trabajan para el Ejecutivo chubutense.
De los 11 proyectos, tres están ubicados en la zona de la meseta, dos en cercanías de la ruta tres a la altura de Camarones, uno en Puerto Madryn, otro en Rawson, y los cuatro restantes en la zona sur, entre Comodoro Rivadavia y Cerro Dragón.
En orden de importancia de acuerdo a la potencia que esperan producir, el más grande pero también el más difícil de concretar, es la Central Eólica Gastre, de la empresa GEAS S.A., que ya cuenta con un estudio de impacto ambiental aprobado, con una generación estimada en 1.350 MW. En tanto que la firma Emgasud tiene proyectada una generación de 220 MW a través de un parque eólico en Puerto Madryn, para lo cual ya presentó ofertas en la licitación nacional convocada por Enarsa.
La empresa Patagonia El Angelito S.A. en la meseta unos 100 kilómetros al norte de Paso de Indios, presentó un proyecto para generar 200 MW, la misma potencia que estima generar uno de los proyectos más avanzados, como el de la española Isolux – Corfan en Loma Blanca, 50 kilómetros al oeste de Puerto Madryn, también con una oferta presentada ante Enarsa.
Dos proyectos de 80 MW también con ofertas presentadas ante la Nación, son el que Emgasud quiere instalar en Rawson y la empresa eólica Navarra – IMPSA en Pampa de Malaspina. En tanto la firma Pan American Energy en Cerro Dragón proyecta invertir para generar 28 MW a partir del viento.
Los proyectos más modestos en cuanto a generación son Milenio, de la empresa IMPSA, en Comodoro Rivadavia, y 3G, del propietario de un campo cercano a Camarones, ambos con 20 MW, y el Parque Eólico en Diadema Argentina, de la firma Hychico S.A., de 6,3 MW.
Finalmente, el proyecto anunciado que aún no cuenta con ninguna especificación, y que estaría ubicado entre Cerro Dragón y Comodoro Rivadavia, es Vientos de la Patagonia I, en conjunto entre Enarsa y la Provincia del Chubut.
Funciona el primer generador eólico de IMPSA en Vientos de la Patagonia I
El Parque de ENARSA Vientos de la Patagonia I, ubicado en El Tordillo, a 40 Km de la ciudad de Comodoro Rivadavia, empezó a generar energía eólica con la puesta en marcha del primer aerogenerador de 1,5 MW fabricado por IMPSA. Vientos de la Patagonia I se proyecta así como uno de los principales parques eólicos del país y la región con la generación prevista de 60 MW.
El aerogenerador UNIPOWER® IWP – 70 de 1,5 MW, diseñado por IMPSA y de fabricación 100 por ciento nacional, es un hito tecnológico para el país. Fue diseñado para funcionar con los vientos “Clase S” de la Patagonia (uno de los más rigurosos del mundo).
En el diseño y construcción del aerogenerador trabajaron 250 ingenieros y se invirtió 45 millones de dólares en investigación y desarrollo.
La principal característica es que las palas están acopladas directamente a un generador síncrono excitado por imanes permanentes que posee un conversor de frecuencia. El concepto innovador se baso en eliminar la mayor cantidad de componentes móviles del equipo incluyendo, entre otros, la caja multiplicadora, buscando disminuir los tiempos de paradas forzadas y aumentar la generación de energía gracias a la mayor eficiencia y confiabilidad del equipo.
Este equipo aporta más cantidad de energía y reduce los costos y tiempos de mantenimiento del aerogenerador, conceptos fundamentales para los inversores en generación de energía.
Además, el UNIPOWER® tiene la capacidad de soportar huecos de tensión y de generar potencia reactiva, otorgándole una ventaja diferencial que permite maximizar el nivel de penetración de generación eólica en los sistemas eléctricos de países emergentes.
El UNIPOWER® IWP-70 está montado sobre una torre de acero de 70 metros de altura y posee un rotor de 70 metros de diámetro compuesto por tres palas de 32 metros de largo cada una. El equipo pesa 300 toneladas (equivalente a 230 autos) y genera energía como para abastecer a más de 1500 hogares.
La totalidad del equipo fue fabricado en la planta de IMPSA en Mendoza, incluyendo las palas, la torre, el generador, el conversor de frecuencia y los controles electrónicos.
IMPSA es un productor e inversor importante en energía eólica. En Brasil opera 100 MW en Ceará, está haciendo 217 MW en Santa Catarina y acaba de ganar 211 MW en subastas.
IMPSA está ahora desarrollado un modelo de 100 metros de diámetro para optimizar su uso a vientos de menor cuantía. Además de los negocios en Brasil, IMPSA continúa invirtiendo en Argentina, acaba de licitar 405 MW eólicos en la reciente licitación de generación renovable de ENARSA. Cotizó en total diez parques: seis en Santa Cruz (Koluel Kayke, Las Heras, Piedrabuena y La Barrancosa), tres en Chubut (Malaspina y Rada Tilly) y uno en Buenos Aires (Torsquist).
IMPSA, fundada en 1907, tiene su planta principal en Mendoza, y otras plantas en Malasia y Brasil y oficinas y proyectos en más de 40 países. Tiene unos siete mil empleados y 27.000 MW instalados; en la actualidad exporta proyectos hidroeléctricos y eólicos por más de 6700 MW, todos con ingeniería argentina.
