"El dato que se manejaba a nivel mundial era que Bolivia tenía nueve millones de toneladas de litio metálico en el salar de Uyuni. Después de los primeros estudios y las primeras perforaciones realizadas en 2009, podemos asegurar que esta cifra fácilmente se ha duplicado", sostuvo.
Villegas justificó esta afirmación al explicar que los resultados son producto de la excavación de 50 pozos en Uyuni, con profundidades de entre seis a 20 metros.
El Ejecutivo boliviano considera que las reservas de litio del salar pueden ser incluso mucho mayores, por lo que este año se proyecta la perforación de otros 150 pozos, cuya profundidad oscile entre los 250 y 300 metros.
El salar de Uyuni tiene una extensión de 10.000 kilómetros cuadrados y es el mayor yacimiento de litio de Bolivia, que cuenta además con otros dos reservorios menores de ese metal en otras zonas del país.
El Gobierno de Morales monta actualmente allí una planta piloto para producir carbonato de litio en pequeña escala y, en una siguiente fase, se proyecta la construcción de una fábrica más grande para ingresar a una etapa industrial a partir de 2013.
Villegas dijo hoy que la prospección en el salar y la construcción de la planta piloto están en receso hasta marzo, cuando concluirá la temporada de lluvias en el país.
La inversión realizada hasta el momento en el proyecto asciende a 1,5 millones de dólares y para este año se cuenta con un presupuesto de cinco millones destinados a equipar la planta piloto.
El Estado boliviano proyecta asociarse con una empresa extranjera a futuro para fabricar baterías de litio y vehículos eléctricos.
Esta semana, la compañía Toyota firmó un acuerdo con el Gobierno de Argentina para que ese país provea litio a la industria nipona, que producirá baterías para vehículos eléctricos.
Villegas señaló que Bolivia "ve con mucha calma y sin ninguna desesperación" ese acuerdo, pues el proyecto estatal no sólo incluye la explotación e industrialización del litio, sino también la de boro, potasio y otros minerales no metálicos existentes en Uyuni.
"De ninguna manera estamos rezagados en el asunto, más bien estamos bastante adelantados y por el adelanto que ha mostrado Bolivia es que los otros países han comenzado a apurarse", aseguró.
Recientes perforaciones en el Salar de Uyuni (Potosí) permitieron a la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) constatar entre 18 y 20 millones de toneladas de litio metálico, el doble de las estimaciones iniciales.
De acuerdo con el director de recursos evaporíticos, Saúl Villegas, se tienen más de 50 pozos perforados a la fecha, con los que se ha determinado la composición de la salmuera en diferentes áreas.
Afirmó que comprobaron el doble de la reserva asignada por el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), de nueve millones de toneladas de litio metálico equivalente.
Las reservas mundiales de litio metálico son de 29,8 millones de toneladas, según el geólogo minero R. Keith Evans (2008) y de 21,8 millones entre probadas y posibles para William Tahil, de la Meridian International Research.
La versión digital del diario La Razón asevera que, según esas estadísticas, el Salar de Uyuni posee entre el 63,7 y el 87,1 por ciento de las reservas a nivel global.
Sin embargo, Villegas señaló que las perforaciones se hicieron hasta los seis metros de profundidad, solamente en la primera y segunda capa de la salmuera.
Con las perforaciones profundas (de 200 a 300 metros), acotó, creemos que el nivel de las reservas va a ser mucho mayor.
Las reservas de litio de Uyuni han suscitado el interés de empresas extranjeras, entre ellas, Bolloré de Francia, las japonesas Sumitomo y Mitsubishi; la estadounidense General Motors y otras de Rusia, India y Surcorea.
Todas esas entidades manifestaron el propósito de ejecutar grandes inversiones, principalmente dirigidas a extraer insumos para la incipiente industria del automóvil eléctrico.
A esa opción se agrega que el metal también puede ser utilizado como elemento esencial en la fabricación de otros tipos de baterías o pilas, ampliamente usadas en teléfonos celulares, cámaras digitales y ordenadores portátiles.