Brasil otorga 71 parques eólicos por 1.805,7 megavatios en su primera subasta

La Cámara de Comercialización de Energía Eléctrica, organismo encargado de realizar la subasta, calculó que en los primeros veinte años la suma de estos parques eólicos van a producir un total de 132.015 GWh, un 1,4% más de lo que genera en un año la central hidroeléctrica de Itaipú, la mayor del país.

En total, se van a invertir 9.400 millones de reales (5.389 millones de dólares) en la ejecución de los parques eólicos, según cálculos del ministerio de Minas y Energía.

El precio medio de la energía subastada que pagará el Gobierno será de 148,39 reales (85,08 dólares) por megavatio-hora, un valor que es un 21,5% inferior al tope marcado por el ministerio, lo que supondrá la negociación de contratos por 19.590 millones de reales (11.232 millones de dólares) a lo largo de los veinte años.

El precio de la energía era el criterio de mayor importancia en la adjudicación de los parques eólicos y destacó la oferta de la empresa brasileña Coxilha Negra, que ofertó 131 reales (75,11 dólares), con un descuento del 30,69% para los tres parques eólicos que ganó en el sur del país.

En la subasta participaron 339 proyectos en total que sumaban una potencia de 10.000 megavatios, pero fueron descartados todos aquellos que superaron el precio de 189 reales (108 dólares).

La gran mayoría de los parques eólicos adjudicados se concentra en la región noreste del país, la que cuenta con mejores regímenes de vientos y también la más pobre de Brasil.

En esa zona, se destacaron los estados de Río Grande do Norte, con 23 parques aprobados, Ceará, con 21, Bahía, con 18 nuevos proyectos, y Sergipe, con uno.

En el estado de Río Grande do Sul, en el extremo sur del país, se levantarán los ocho parques eólicos restantes.

Hasta ahora, en Brasil existen 36 parques eólicos en operación que suman 602 megavatios, otros diez proyectos que suman 256,4 megavatios están en fase de construcción y otros 45, con potencial de 2.139,7 megavatios, ya han sido otorgados.

Esta subasta pretende reforzar el perfil "verde" de la generación eléctrica en Brasil, que actualmente depende en un 85,4% de las fuentes renovables, en su gran mayoría, de centrales hidroeléctricas.

En esta línea, el Gobierno anunció la semana pasada la exención permanente de los impuestos que tasaban la comercialización de aerogeneradores utilizados en la producción de energía eólica.

Brasil tiene un potencial de generación de energía eólica superior a los 250.000 MW, el doble de los 143.000 MW eólicos calculados en el Atlas Eólico Nacional de 2001, en los 71.000 kilómetros cuadrados con gran potencial eólico.

"La compra de la energía eólica en este momento refuerza la posición de Brasil de cara a la Conferencia de Copenhague sobre el clima para mantener un mix de generación con una fuerte presencia de las energías renovables", señala Mauricio Tolmasquim, presidente del centro de investigación energética EPE, que publicó los resultados.

IMPSA, del grupo industrial de Pescarmona, inauguró a fines de 2008 una fábrica de aerogeneradores en el Estado brasileño de Pernambuco, con una inversión de 85 millones de dólares, con capacidad para construir 300 aerogeneradores al año de 1,2 a 2 MW.

La empresa india Suzlon está tratando de instalar una fábrica de aerogeneradores. Varias empresas españolas, como Iberdrola, aspiran a obtener parques eólicos.

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