— Ganancias en eficiencia energética mediante un diseño de edificaciones eficientes, estándares para aparatos eléctricos y el uso de materiales que utilizan menos energía
— Un cambio masivo hacia el uso de las energías renovables como la energía eólica y la solar fotovoltaica, biomasa, y energía hidráulica
— Vehículos eléctricos para el transporte por carretera
— Utilizar tecnología de captura y almacenamiento de carbono en plantas de energía donde se quema carbón.
— Una mejor cooperación internacional que puede canalizar las finanzas y tecnologías de los países desarrollados.
El informe de los expertos chinos suizos, alemanes, británicos y americanos dice que estos cambios podrían también presentar oportunidades para que China mejore su seguridad energética y mueva su economía más arriba en la cadena de valor internacional.
"Una China baja en carbono es un país con un sector de servicios mayor, capacidades de trabajo más avanzadas y menor degradación medioambiental", dijo el doctor FAN Gang, director del National Economic Research Institute en China, que lideró la investigación en China. "Dicha transición sería también una parte esencial del desarrollo de China".
China es actualmente una de las 10 economías con mayor generación de dióxido de carbono en el mundo, lo que significa que tiene una alta huella de carbono en relación al nivel de la actividad económica. "Evitar el peligroso cambio climático requiere que el mundo actúe conjuntamente para cortar las emisiones globales. Los países desarrollados son muy responsables de la formación en el pasado de la emisiones de gases de efecto invernadero mundiales, pero la responsabilidad futura está compartida tanto por los desarrollados como por los que están en vías de desarrollo", dijo Lord Nicholas Stern, autor del informe y profesor en la London School of Economics. "Este importante informe demuestra que China puede realizar una acción sólida y decisiva para reducer sus emisiones de carbono, mientras continúa su crecimiento económico y se ofrece una sociedad próspera y armoniosa para su población".
"China será uno de los países más afectado negativamente por el peligroso cambio climático. Evitarlo es el mayor interés para China", dijo el profesor Ottmar Edenhofer, autor del informe, subdirector y economista del Potsdam Institute of Climate Impact Research. "El estudio demuestra que China puede combinar una ruta de alto crecimiento económico con ambiciosas reducciones de las emisiones. Ésta es la razón por la que China tiene el potencial para convertirse en un modelo de funciones para otras economías en transición".
Going Clean recomienda una retirada de los subsidios a combustibles fósiles y que el precio del carbono se eleve, mediante un impuesto de carbono – un sistema global de bonos ecológicos. "Con los bajos precios actuales, los incentivos para una transición a bajar el carbono no son suficientes. Pero esto puede cambiar", dijo el doctor Fan Gang. El informe muestra que es tecnológicamente viables para China llevar a a ruta de 2 grados y estima que los ahorros en el uso de menos energía y otras eficiencias compensarán parcialmente los costes de la transformación. "Los países de alta renta son responsables de una amplia mayoría de las emisiones globales hasta la fecha y necesitar respaldar esta responsabilidad mediante soporte financiero para los países en desarrollo", dijo el profesor Johan Rockstrom, director ejecutivo del Stockholm Environment Institute. "Para hacer que esto sea una realidad, Going Clean propone un nuevo mecanismo financiero internacional – el Inter-country Joint Mitigation Plan – como forma más amplia y eficiente de financiar las transferencias en tecnología".
"Los patrones de consumo y producción también necesitan conducirse en una dirección de recursos más sostenibles", dijo Klas Eklund, autor del informe de Senior Economist en el Nordic bank SEB. "Como el país más popular del mundo y el mayor emisor de gases de efecto invernadero, el papel de China es crítico para combatir el cambio climático global. Así, las herramientas económicas efectivas para frenar las emisiones son necesarias".
El cambio a un economía de bajo carbono golpeará a las industrias pesadas y de carbón, pero también creará nuevos "empleos ecológicos en el sector eólico y la fabricación de coches eléctricos". En la primera mitad de 2009, China creó más turbinas eólicas que EE UU. El transporte de bajo carbono está creciendo: hay actualmente más de 50 millones de bicicletas y motocicletas eléctricas en el país, y China está liderando ahora la producción masiva de coches eléctricos y baterías de iones de litio.
"Incluso en estos difíciles tiempos económicos, la acción del cambio climático puede presentar más oportunidades que costes", dijo el profesor Johan Rockstrom. "Dicha transformación, para China y el resto del mundo, no será fácil. Pero es posible, necesaria y vale la pena".
El Chinese 50 Economists Forum es un grupo con sede en Pekín de economistas chinos para la investigación colaborativa y el debate público de la economía de China. El Stockholm Environment Institute es una organización de investigación independiente y sin ánimo de lucro que une la ciencia y la política para el desarrollo sostenible.
— Going Clean – The Economics of China’s Low-Carbon Development se presentará en Pekín el 8 de diciembre de 2009, 12:00 en el Raffles Beijing Hotel.
— El informe puede descargarse desde http://www.sei-international.org