El cambio de modelo energético introduce también una nueva perspectiva sobre el empleo, según Diego ya que "permitiría mantener empleos hoy muy vulnerables en sectores como la construcción, a través de programas de rehabilitación de edificios, así como la creación de miles de nuevos empleos en el sector energético a través de las renovables, que funcionarían como motor de un nuevo y potente sector industrial".
"Estamos asistiendo a un cambio cuya característica principal es su dimensión ambiental, y está relacionado con el agotamiento de los recursos energéticos no renovables y con el cambio climático que obliga a reformar los sistemas productivos", señalan.
Diego sostiene que "la sociedad cántabra de mañana esté basada en una economía baja en carbono y fuentes energéticas renovables no es una mera hipótesis de trabajo: es una realidad, que traerá grandes transformaciones en actividades tan importantes como el transporte y la producción de vehículos e infraestructuras, la producción y distribución de los alimentos, la industria química y la fabricación de nuevos materiales, la construcción y el mantenimiento de viviendas y edificios, la protección y uso de los espacios forestales y naturales, el turismo* así como las relaciones comerciales entre países y sectores".
Empleos asociados al desarrollo e implantación de las energías renovables y a la implantación de eficiencia energética, en la industria, la edificación y el transporte y no solo en el marco de la energía eólica como sostiene el diputado del Partido Popular", concluyendo Diego que "los empleos verdes son empleos emergentes. Así lo muestran todos los informes sobre las perspectivas de evolución del empleo y especialmente el Informe elaborado por la Organización Internacional del Trabajo, las Naciones Unidas, La Confederación Sindical Internacional".
Es decir, concluye el sindicalista, "todos aquellos empleos ubicados en la agricultura, la industria, los servicios y la administración que contribuyen a conservar o restablecer la calidad ambiental".
"Los empleos verdes se encuentran en muy variados sectores desde el suministro de energía hasta el reciclado y desde la agricultura hasta la ingeniería, la química, la industria, la construcción o el transporte", señalan.
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El consejero de Cantabria recordó que el proyecto diseñado por el Gobierno cántabro implicará una inversión directa, de carácter totalmente privado, de más de 2.300 millones de euros y que va a atraer a Cantabria nuevas industrias que iniciarán su producción en la comunidad.
El Gobierno de Cantabria ha condicionado la participación en el concurso eólico a la presentación de proyectos industriales y de I+D+i en la región. Las empresas que obtengan las concesiones eólicas deberán vincularse al futuro desarrollo industrial de Cantabria.
La respuesta ha sido masiva y ha superado todas las expectativas del Gobierno de Cantabria, incluso "algunas de las más optimistas", indicó el consejero de Industria y Desarrollo Tecnológico, Juan José Sota.
El gobierno cántabro valorará especialmente aquellas ofertas que propongan proyectos industriales de inicio más inmediato, porque se quiere que los proyectos estén en marcha a lo largo de 2010, con el fin de que contribuir a la salida de la crisis y a la creación de un nuevo modelo productivo.
El consejero de Industria subrayó la oportunidad que representa el desarrollo eólico para Cantabria, al suponer una inversión directa e indirecta de 2.300 millones de euros. "El desarrollo eólico va a tener un impacto directo muy beneficioso sobre el tejido industrial de nuestra región", insistió Sota.
De las ofertas presentadas, siete empresas eólicas lo hacen en las siete zonas en las que se ha dividido el mapa eólico de la comunidad autónoma que afectará a sólo el 2% de la superficie total de Cantabria, con un impacto ambiental ínfimo. Las siete empresas son la Corporación EGEON, E.ON Renovables, Enerfín Sociedad de Energía, Gecal/Torres Olvega Industrial, Renovalia Cantabria, Vaircan Renovables y EGL Wind Cantabria. Además otras empresas también se han presentado en una o varias de las zonas, como es el caso de Acciona y Gamesa, fabricantes de aerogeneradores, y Endesa.
El área que suma más peticionarios es la llamada zona ‘A’, que afecta a los municipios de Valderredible (centro y Este) y Valdeprado del Río (Norte y Este). En esa zona se han presentado 38 ofertas, una cifra muy similar a la alcanzada en el área ‘C’ de los municipios de Campoo de Enmedio, Valdeolea y Hermandad de Campoo de Suso. Otras 31 empresas se han presentado a la zona ‘D’, en los términos municipales de Las Rozas, Santiurde de Reinosa, Luena, Molledo y San Miguel de Aguayo.
El consejero advirtió de que Cantabria sigue aumentando la energía eléctrica importada desde otras comunidades autónomas, un dato que en 2008 alcanzó al 65% de la electricidad consumida en Cantabria. El consejero de Industria ha afirmado que lo que en otras comunidades autónomas para el PP está bien, no vale en Cantabria.
Según la CEOE, el desarrollo eólico no perjudicará al turismo. "A mí no me preocupa especialmente el plan eólico en cuanto al perjuicio del sector turístico. Andalucía, con un importantísimo desarrollo de las energías renovables, también ha sido la comunidad que más ha crecido turísticamente en los últimos años. Los molinos no perjudican al turismo, una inadecuada gestión de nuestra política turística en el ámbito internacional, sí".
El desarrollo eólico proyectado por el Gobierno cántabro prevé generar una potencia de unos 1.500 megavatios y propiciar una inversión directa de alrededor de 2.000 millones de euros.
El concurso de parques eólicos, que se convocó en junio, dividió Cantabria en siete zonas susceptibles de acoger parques eólicos. Según el Gobierno, la superficie total apta para ubicar estas instalaciones eólicas sólo supone un 2 por ciento del territorio de Cantabria (10.500 hectáreas), determinada en función de los estudios previos de la Universidad de Cantabria y excluyendo zonas como las amparadas por el Plan de Ordenación del Litoral (POL) y los espacios protegidos, entre otras.
El Ejecutivo defiende el impulso de la energía eólica, no sólo por tratarse de una energía limpia y renovable sin residuos radiactivos ni emisiones de CO2, sino también por las implicaciones económicas y de desarrollo que puede suponer para la región.
La energía eólica se traduce en importantes aportaciones económicas a los municipios donde se implantan los parques, y en generación de empleo especializado en las localidades del entorno y desarrollo del tejido industrial de Cantabria.
Además de las inversiones directas, calculadas en unos 2.000 millones de euros, se calcula que el desarrollo eólico generará inversiones indirectas en el desarrollo industrial de Cantabria y en fomento de I+D+i por importe de otros 1.000 millones de euros.
El Plan Eólico de Cantabria prevé 1.500 megavatios para 2011 y trata de recuperar el tiempo perdido con el Plan Eólico, lo que ha desatado la crítica de algún sector conservador del PP local (que diferencia con el PP de Castilla y León y otras regiones donde el PP gobierna), quizás molesto por no poder gestionar 2.000 millones de euros.
El potencial eólico de Cantabria asciende a un total de 3.500 megavatios, según refleja el ‘Estudio del recurso eólico de Cantabria’. Este informe fue elaborado en septiembre de 2005 por Meteosim S.L., ubicada en el Parque Científico de Barcelona, y su autor principal fue José Vidal Pérez.
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