El grupo andaluz Bogaris, dedicado a la promoción inmobiliaria, al sector agroindustrial y a las energías renovables, ha presentado al Ministerio de Industria un plan para instalar un parque eólico con medio centenar de aerogeneradores y una potencia de 250 MW a unos 15 kilómetros de la costa de Chipiona.
El proyecto se suma al liderado por Grupo Magtel y el alcalde chipionero, el socialista Manuel García, y convierte a la Costa Noroeste en uno de los emplazamientos más deseados para la inmersión de las eólicas.
Bogaris solicitó en enero la reserva de la zona gaditana para el estudio del recurso eólico y su posterior explotación. Industria, en función de las peticiones recibidas, aún debe organizar el reparto de las distintas áreas eólicas marinas en las que ha quedado dividido el país. Su compromiso era iniciar las adjudicaciones antes de que finalice este año o a principios del próximo, aunque el sector sufre la burocracia más lenta que cabe esperar.
La propuesta de Bogaris contempla una inversión de 750 millones de euros para producir cada año alrededor de 1.000 GWh de energía eléctrica. Entre las medidas de dinamización económica del proyecto están la cesión a los municipios afectados por el parque del 0,5% de los ingresos generados por la venta de energía; la creación de un centro de interpretación de la energía eólica; un plan turístico con visitas guiadas a la instalación, buceo deportivo y pesca submarina en los arrecifes generados en la base de los aerogeneradores; y la creación de piscifactorías cuya explotación se cederá a las cofradías pesqueras de la zona.
El plan presentado a Industria prevé la creación de 1.900 puestos de trabajos directos e indirectos durante los 24 meses de construcción e instalación del complejo eólico. En esta fase se incluye la fabricación de los componentes de los aerogeneradores, la modificación de las terminales portuarias, la promoción e ingeniería del parque y los estudios y trabajos de investigación. Con las turbinas en marcha, la empresa estima que el parque mantendrá durante 20 años un centenar de trabajadores en tareas de "operación y mantenimiento".
Bogaris, como las promotoras eólicas que han puesto Cádiz en su objetivo, defiende la elección del emplazamiento por dos razones: la riqueza del recurso eólico en las inmediaciones del Estrecho, y la amplia extensión de la plataforma continental en esta zona de la Península. Este factor permite que las máquinas puedan desplegarse lo suficientemente lejos de la costa como para minimizar el impacto visual -a unos 15,5 kilómetros de media- y sin que la profundidad de anclaje se sitúe más allá de 20 metros de media.
Las empresas eólicas estiman que la explotación eólica en el mar requiere el doble de inversión que en tierra, y los costes se disparan aún más conforme los aerogeneradores se alejan de la costa.
Fuentes de Bogaris subrayan que las eólicas marinas representan la alternativa de energía limpia "más real y eficiente que existe", y confían en que éste y otros proyectos no sean criticados desde "desde el miedo a lo desconocido y sin mayores análisis".
Bogaris destaca por su marcado carácter emprendedor y su capacidad para acometer proyectos empresariales de diversa naturaleza y sostenibles a largo plazo.
Bogaris promueve, desarrolla y gestiona proyectos en los sectores de la promoción inmobiliaria (comercial, industrial y residencial), de las energías renovables y el reciclado de residuos, y de la agroindustria.
Bogaris se compromete con los retos de la sociedad actual que basa su desarrollo y crecimiento económico en la sostenibilidad, la innovación y en el progreso social.
La estrategia de Bogaris contempla un plan de crecimiento geográfico que la ha llevado a exportar su modelo de negocio en todos sus campos de actividad desde España a Portugal, Polonia, Rumanía, Bulgaria, Chile y México.
Bogaris se compromete con la creación y promoción de actividades en beneficio de colectivos desfavorecidos. Con este fin nace la Fundación Bogaris que asimismo patrocina y apoya programas culturales y científicos vinculados al medioambiente.