El presidente de la Cel, Nicolás Salumé, y el representante de la empresa Ibérica de Estudios e Ingeniería (Iberinsa), Luis Paz Valverde, firmaron el acuerdo que conlleva la donación de 397.000 dólares por parte el gobierno español. La investigación se realizará en los municipios de Metapán y de San Isidro, en el occidente del país.
Valverde explicó que las condiciones que se requieren sitio para implantar un parque eólico exige mucho viento y de un mínimo requerido de horas a lo largo del año. El proyecto de la Cel forma parte de los esfuerzos que se realizan para la producción energética con el aprovechamiento de las energías renovables para la diversificación en esta materia en El Salvador.
Salumé señaló que el proyecto piloto que se pondrá en marcha buscará la posibilidad de generar nuevas formas de energía eléctrica y aclaró que no se sabe si los estudios en Metapán y San Lorenzo determinarán si son los lugares óptimos para ubicar sendos parques eólicos.
Para el funcionario, las energías renovables son el futuro del mundo y por eso realizan la investigación. La fase de estudio del proyecto se desarrollará durante 15 meses, y si se construyen, los parques estarán listos en unos dos años, explicó el representante de Iberinsa, Luis Baz Valverde.
Indicó que se estima un potencial de generación de 10 megavatios para cada parque, aunque señaló que esto se debe verificar a lo largo del estudio, que recibió una financiación de 397.680 dólares (307.700 euros) del Gobierno español.
El proyecto comprende una fase de medición de vientos, para lo cual se requiere la instalación de anemómetros, y otra de diseño, en la que se tendrán en cuenta las condiciones legales y medioambientales del país para la ejecución de estas obras.
Por su parte, el titular de la CEL, Nicolás Salume, señaló que este tipo de iniciativas de uso de energía renovable debe ser vista con buenos ojos, y destacó que el estudio se iniciará en un momento en el que la demanda eléctrica en el país "está muy cerca de la oferta".
Salume precisó que El Salvador, uno de los países más poblados de Centroamérica, tiene una demanda máxima de 860 megavatios hora, con una capacidad de generación de 1.250 megavatios.
Costa Rica es el único país centroamericano que cuenta con un parque eólico desde hace 20 años, según informes difundidos por la prensa local, aunque el año pasado se inauguró otro parque eólico en Nicaragua, y hay proyectos eólicos en la práctica totalidad de los países centroamericanos.
El aprovechamiento pleno de la energía eólica en América Central podría abastecer de electricidad a 12 millones de personas, un tercio de la población del istmo, con costos inferiores a los de los combustibles fósiles, sin emisiones de CO2 y sin efectos contaminantes, señala varios estudios.
Veinticuatro proyectos eólicos están en fase de preinversión en Belice, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá, según el manual "Eólica", que BUN-CA realizó como parte de una serie destinada a analizar perspectivas y grado de desarrollo de las energías renovables en América Central. Ya es posible producir energía eólica por tres a cinco centavos de dólar el kilovatio hora, señala BUN-CA.
La energía hidroeléctrica tiene un costo similar: cinco centavos de dólar, mientras la electricidad producida en centrales a carbón, diesel o gas ronda los 10 centavos de dólar, explicó Enrique Morales, director del parque eólico estatal Tejona, el principal de Costa Rica.
“La energía eólica en América Central tiene mucho futuro", dijo el ingeniero José María Blanco, director de BUN-CA.
América Central se encuentra bajo la influencia de los vientos alisios, un sistema de velocidad y dirección relativamente constantes, que sopla en ambos hemisferios desde los 30 grados de latitud hacia el ecuador.
Los aerogeneradores requieren una velocidad mínima de viento de 3,5 a seis metros por segundo. En algunos lugares de la región, la velocidad promedio anual alcanza 12 metros por segundo.
“La ventaja es que se trata de una fuente limpia" que será muy competitiva a largo plazo, pues las energías no renovables afrontan obstáculos legales e impositivos debido a los gases de efecto invernadero que liberan, apuntó Morales.
Casi 10 millones de centroamericanos, aproximadamente uno de cada tres habitantes, carecen de electricidad.
Otro proyecto es del Grupo Guerrero, en una finca de su propiedad, en la Zona Franca Internacional, en el departamento de La Paz. Actualmente realizan tareas de medición del recurso eólico. El responsable de la edificación, el coronel Mario Guerrero, aseguró que la idea comenzó cuando las ráfagas de viento rompían las persianas de metal con las cuales protegían un segmento de la infraestructura en la parte superior de la zona franca.
La empresa costarricense, Geoingeniería, realiza las mediciciones, con la instalación de una torre de mediciones. En septiembre de 2008 se construyó la torre para el estudio de prefactibilidad, que llevará un año. En esta torre están instalados sensores de medición a 20, 30 y 50 metros de altura.
“En términos de densidad, los aerogeneradores pueden representar cinco megavatios por kilómetro, pero como los arreglos son diversos, hay que tener claras todas las probabilidades”, explicó Jaime Guerrero, director general de la Zona Franca Internacional. “Sabemos que la inversión inicial es cara, pero si se compara con la térmica, el costo de la generación de luz en sí es mucho más competitivo”, agregó.
En la finca, el Grupo Guerrero prevé instalar, en principio, diez aerogeneradores con 20 megavatios de capacidad y existe la posibilidad de alquilar terrenos aledaños para expandirse. El Grupo Guerrero calcula una inversión inicial de 2,5 millones de dólares por megavatio instalado.
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