La AEE, dentro de la cual se encuentran, entre otras, Iberdrola, Endesa o Gamesa, reunirá a su comisión permanente, que decidirá la postura de los empresarios ante la propuesta de la Xunta y ante un canon que la asociación calificó de "arbitrariedad absoluta". El plazo de alegaciones, establecido por procedimiento informal, termina la semana próxima.
Por su parte, la Asociación Eólica de Galicia (EGA), confirmó que presentará alegaciones, aunque señaló que están "en fase de estudio" y que tanto el número como el contenido será decidido por la asamblea de la asociación.
"La asamblea será soberana", indicaron fuentes de EGA, a la que están asociados tanto grandes productores asentados en el negocio eólico como algunas de las nuevas empresas cuyas propuestas habían sido admitidas a trámite con el decreto del anterior Gobierno gallego.
La EGA ya mostró su preocupación por la decisión de la Xunta de revocar el concurso y también por el anuncio de que se establecerá un canon para los aerogeneradores. "Existe la posibilidad de llevar el nuevo canon ante los tribunales". Muniozguren, secretario general de EGA, asegura que cuando vean como se desarrolla el impuesto, podrían tomar medidas legales.
"No es un canon, es un impuesto. Nos parece bien que una ley regule un impuesto sobre el paisaje, pero que sea para todo el mundo. Hay industrias productivas que impactan tanto como la energía eólica: minas a cielo abierto, bateas, antenas, autopistas, autopistas, o el AVE. Nos parece discriminatorio que una ley imponga un impuesto al sector eólico única y exclusivamente porque afecta al paisaje", señala la EGA.
La Asociación Eólica de Galicia (EGA), en su asamblea celebrada en Santiago de Compostela hace unos días, consideró que »no es razonable paralizar la gestión administrativa» de la potencia eólica autorizada por el anterior gobierno bipartito »mientras se espera a que se acuerde un nuevo marco legal».
EGA indica que está preocupada por la situación que vive el sector, tras conocer la intención de la Xunta de modificar la actual normativa que regula los aprovechamientos eólicos y dice temer que el proceso "hipoteque el futuro" eólico y que en la nueva ley "se perpetúen viejos criterios discriminatorios".
Por ello, EGA, que agrupa a las empresas eólicas gallegas, solicita a la Xunta que determine si verdaderamente el decreto eólico tiene "vicios de nulidad" como, "al parecer, se indica" en un informe de la Asesoría Jurídica general de la Administración autonómica. En ese caso, EGA afirma que habrá que proceder en consecuencia y, tras efectuar los trámites legales oportunos, "revocar dicha norma".
La organización, tras analizar la información que dispone, lamenta la imposición de un nuevo canon que supondría "otra discriminación" del sector, ya que conllevaría que sólo los parques eólicos paguen por los impactos paisajísticos que, según EGA, son objeto de una rigurosa evaluación previa, obviando sus muchos beneficios ambientales, al no emitir CO2 ni generar residuos radiactivos.
No obstante señala que estos impuestos sólo se comprenderían en el marco de una normativa general que afectase a todas las explotaciones productivas con impacto similar, pero no exclusivamente a la instalación de aerogeneradores.
Finalmente, el colectivo »aprecia» la voluntad de diálogo con la Xunta aunque lamenta no haber sido consultada, por lo que reclamó a sus asociados que estudien el documento y trasladen las mejoras que consideren oportunas.
Galicia cuenta con 3.145 megavatios eólicos, habiendo instalado 172 MW en 2008. Durante muchos años fue la región española con más potencia instalada, pero el proceso se ha ralentizado, y hoy la superan Castilla-La Mancha, con 3.416 MW y Castilla y León, con 3.334 MW.
El concurso eólico del gobierno PSOE-BNG fue muy conflictivo, y tras la victoria electoral del PP se abre una nueva etapa para el sector eólico. Aún más conflictivo es la posibilidad de desarrollar la eólica marina en Galicia, que sólo se podrá conseguir si se logra el necesario consenso social.
Galicia es la cuarta potencia eólica de Europa –considerada por sí misma-, por detrás de Alemania, resto de España y Dinamarca, y la sexta del mundo, precedida también por Estados Unidos e India.
En 2007, la potencia total gestionada por el conjunto de socios de la Asociación Eólica de Galicia (EGA) alcanzó los 2.414,92 megavatios (MW). Hasta 2010 la Administración autonómica se ha marcado como objetivo instalar hasta 6.500 megavatios, 2.500 más de los inicialmente previstos.
Desde 1996 el sector invirtió 2.500 millones de euros, al amparo de los cuales se consolidó un poderoso tejido industrial de fabricación de componentes. En 2007, la energía eólica sostiene en Galicia 5.500 empleos de carácter estable, entre directos e indirectos.
La Asociación Eólica de Galicia se funda en 1997 por iniciativa de diez empresas que constituyen el 90% de la promoción eólica en Galicia. Esta unión empresarial pretende reforzar la presencia del sector eólico gallego en el panorama nacional e internacional, así como la creación de un marco normativo serio y responsable que se ajuste a las necesidades económicas y medioambientales de Galicia.
La EGA se convierte en un referente para promotores y ciudadanos por su responsabilidad social corporativa, basada en la protección del medio ambiente y un desarrollo industrial y económico sostenido. Además apuesta por la creación de puestos de trabajo y la diversificación del suministro de energía a través de nuevas infraestructuras estables.
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