Algunos parques eólicos ya contratan biólogos que están atentos al paso de aves para parar los aerogeneradores

El director de Comunicación y coordinador de la comisión de Medio Ambiente de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), Sergio de Otto, no ve gigantes peligrosos donde sólo hay molinos de viento: “no podemos dar de lado a este problema pero tampoco asesinamos millones de aves”. La patronal de la eólica española asegura que es sensible ante la muerte de aves y quirópteros y, de hecho, cuenta con un plan de acción durante 2009 para determinar y aproximarse al peligro que suponen para las aves el funcionamiento de los aerogeneradores.

¿La AEE mira hacia otro lado cuando se habla de mortandad en aves?
Ni mucho menos. La AEE es sensible al problema y no va a cerrar los ojos al respecto. Es más, esto es algo que preocupa mucho a los promotores de parques eólicos. Por eso, para acercarnos más a este asunto, vamos a encargar un ambicioso estudio a Liquen, una consultora de renombre, con el fin de conocer a fondo la dimensión real del problema. Liquen recabará los datos de campo, en los parques eólicos, luego se analizarán y tenemos previsto presentar el estudio aproximadamente a finales de 2009 con el fin de saber de verdad qué pasa con la mortandad de aves.

En todo caso, ¿considera que los datos de mortalidad son exagerados?
Lo que no podemos es extrapolar datos de un parque a toda España. Por ejemplo, hay casos en los que se han registrado aumentos de muertes porque ha aumentado la afluencia de aves a la zona como consecuencia de la aparición de vertederos ilegales cerca de un parque eólico que en principio no tenía el basurero al lado. En fin, que el objetivo del estudio es saber, de verdad, qué pasa con la obtención de datos concretos, porque ni los parques eólicos asesinan a millones de aves ni tampoco podemos decir que no pasa nada. Obviamente, es un problema que queremos abordar.

¿Qué le parece el proyecto que desarrolla el CSIC para abordar esta problemática?
Muy positivo si el objetivo es evitar la mortalidad. Al igual que las medidas que ya toman algunos parques eólicos contratando biólogos que están atentos al paso de aves para parar los aerogeneradores, como en Tarifa. Habrá que esperar para ver y determinar el alcance del proyecto del CSIC, pero sin duda es una medida más que debemos recoger para coordinar y agrupar toda la información que existe respecto a este problema y tomar más conciencia con el objetivo de avanzar en el camino de las medidas correctoras que pongan fin a la muerte de aves.

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