El año 2008 ha sido un año atípico marcado por la crisis económica y la alta volatilidad de las materias primas, que se ha cerrado con un descenso de la demanda eléctrica del 0,5 por ciento y de un 4,4 por ciento en los productos petrolíferos, lastrados por la caída del 5,6 por ciento de las gasolinas.
España es el primero de Europa en energía solar termoeléctrica, el segundo en energía eólica y fotovoltaica, y tercero en minihidráulica. El año pasado la intensidad energética se redujo un 4,4%, en términos de energía primaria y un 3,6% en términos de energía final.
Las energías renovables aportaron en 2008 el 7,6% del consumo de energía primaria en España, lo que supone un incremento de seis décimas con respecto al balance anterior, según datos aportados por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) durante la presentación del Balance Energético 2008 y Perspectivas 2009 celebrada en el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
El año pasado las energías renovables, junto al gas natural y la nuclear, fueron las únicas fuentes energéticas que incrementaron su contribución al consumo, mientras que el carbón y petróleo descendieron.
En relación al mix de la producción eléctrica, además de la reducción de la generación térmica de carbón en detrimento del gas, es destacable el importante aumento de la generación eléctrica a partir de fuentes renovables distintas de la hidroeléctrica, especialmente eólica, con un incremento del 13% y fotovoltaica, que aumenta un 400%.
Estos incrementos han permitido compensar la caída del 19% en la generación hidroeléctrica, y elevar el porcentaje de producción eléctrica neta (descontado el consumo de las propias centrales) de origen renovable hasta el 20,5%. Sin descontar los autoconsumos de las centrales (producción bruta) la generación de origen renovable fue del 19,7%.
La producción bruta nuclear en 2008 representó el 18,7% del total, mientras que la de las plantas de carbón fue del 15,9% y la de los ciclos combinados de gas natural ascendió al 38,9 por ciento.
El aumento de la producción de energías renovables ha permitido elevar el grado de autoabastecimiento energético en 2008 hasta el 21,6%, desde el 20,9% del año anterior.
Mejora de la intensidad energética
En 2008 mejoró la intensidad energética un 4,4% en términos de energía primaria y un 3,6% en términos de energía final, con respecto al ejercicio precedente.
Si tomamos como referencia el periodo 2004-2008, la mejoría de la intensidad energética asciende al 11,5% para la energía primaria y al 10,4% para la energía final.
La eólica: un sector de liderazgo
Según los datos aportados por el IDAE, organismo dependiente del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, con un total de 39.101 megavatios (MW) instalados, las energías renovables en su conjunto han dado cobertura a un total de 73.900 empleos, reforzando la posición conseguida en Europa, donde España ocupa el primer puesto en energía solar termoeléctrica por potencia instalada, el segundo en eólica y fotovoltaica, y el tercero en minihidráulica.
Con 16.549 MW instalados a final de 2008 (el 14% de la potencia mundial) y la perspectiva de alcanzar los 20.349 MW en 2010, la energía eólica destaca por la consolidación y liderazgo de un sector que ha logrado cubrir en el periodo del balance el 12% de la demanda de electricidad, evitando una importación de recursos fósiles del orden de los 5,5 millones de toneladas equivalentes de petróleo (tep) y la emisión de más de 18 millones de toneladas de CO2 .
El sector eólico español cuenta con 700 empresas, presentes en 25 países, da empleo a 37.730 personas y su contribución al PIB es de 1.933 millones de euros. El sector, además, tiene una inversión en I+D de 174 millones de euros, lo que le permite se líder internacional liderar en esta tecnología.
Energía solar: empresas punteras
En relación a la energía solar fotovoltaica cabe destacar que en 2008 ha concluido con 3.120 MW de potencia instalada, lo que significa multiplicar por seis la existente el año anterior.
Como rasgos característicos del sector se puede resaltar su liderazgo a nivel mundial en tecnología de seguimiento solar, la consolidación de las tecnologías de capa delgada y concentración, y la capacidad de la industria para la producción de células. Así mismo, aporta el 7% de la producción mundial de generadores fotovoltaicos.
En lo que se refiere a la energía solar termoeléctrica, tecnología que inicia su recorrido en nuestro país en el año 2006, con 11 megavatios instalados, los mismos que en 2007, cabe destacar que en 2008 existen ya dos centrales, con un total de 61 Megavatios en operación.
Las previsiones apuntan a que esa cifra llegue a los 233 MW este año y a los 730 MW en 2010, lo que supone superar con creces los objetivos establecidos en el Plan de Energías Renovables 2005-2010, en el que se fijaba la meta de 500 Megavatios.
El sector termoeléctrico español está caracterizado por su liderazgo mundial (presente en EE.UU. y Norte de África). Ha desarrollado la primera planta comercial del mundo de tecnología de torre central (PS 10) y la primera planta comercial del mundo con almacenamiento térmico por sales fundidas (Andasol 1), ambas en Andalucía.
Quince empresas del sector son punteras como promotoras de tecnología básica y fabricantes de componentes. Además, España cuenta con la Plataforma Solar de Almería, el centro de investigación en energía solar termoeléctrica más importante del mundo.
En cuanto a la energía solar térmica, a final de 2008 había 1.598.876 metros cuadrados instalados. El sector cuenta con unas 1.300 empresas y 35 fabricantes con una capacidad de producción de 1.900.000 metros cuadrados anuales.
Su facturación agregada supera los 260 millones de euros anuales y proporciona 4.300 empleos directos, además de otros 6.470 empleos indirectos.
La geotermia, por su parte, destaca con un creciente tejido industrial de la geotermia de baja temperatura y la existencia de proyectos en fase avanzada, de media temperatura, con la puesta en marcha de calefacciones de distrito. Los recursos de alta temperatura están en evaluación.
De la energía de las olas, un sector todavía en fase temprana de desarrollo, existen ya tres proyectos importantes: El proyecto CALMA (Asturias), de tecnología nacional; un proyecto de una boya de 40 kilovatios en Santoña (Cantabria); y Mutriku (País Vasco), que suma 300 kilovatios con 16 turbinas. Así mismo se están desarrollando centros tecnológicos de pruebas en País Vasco, Cantabria y Canarias.
Por último, cabe hablar de la energía minihidráulica, tecnología en la que España ocupa el tercer puesto de la Unión Europea en cuanto a potencia instalada en centrales de capacidad inferior a 10 MW. Es de destacar de este sector su alta madurez tecnológica y su interés futuro en temas de almacenamiento energético.
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