Tras la firma del convenio, la responsable autonómica puso de relieve que "el despliegue de esta nueva tecnología energética en Castilla-La Mancha estará directamente ligado a la puesta en marcha de proyectos y planes concretos de industrialización de componentes, desarrollo tecnológico y creación de empleo", informó la Junta en un comunicado.
Según anunció la consejera, "para la construcción de ambas plantas se empleará a 1.000 personas y se contratará de forma directa a 60 trabajadores cualificados en el mantenimiento de las instalaciones". Estos trabajos, que requieren de una inversión de 600 millones de euros, comenzarán en los próximos meses de verano.
Estas cifras de empleo, sumadas a las 1.000 personas que se emplearán para la construcción de las dos plantas termosolares de Alcázar de San Juan en los próximos dos años, suponen la creación de más de 2.000 puestos de trabajo en torno a las energías renovables sólo en la provincia de Ciudad Real.
Igualmente, afirmó, "desde el Gobierno que preside José María Barreda, en su afán por incentivar y activar la economía de Castilla-La Mancha, invitamos a este sector industrial a que se sirva, siempre que sea posible, de los servicios, trabajos o materiales que ofrecen las empresas ubicadas en Castilla-La Mancha".
Asimismo señaló que "es fundamental invertir, ahora más que nunca, en sectores estratégicos capaces de garantizar el desarrollo sostenible de Castilla-La Mancha y hacerlo de la mano de la creación de empleo cualificado, del impulso de la economía y de la instalación en nuestra región de un sector industrial fuerte, sólido y seguro".
Todo ello, finalizó, "nos permitirá como en el caso de las energías eólica y solar fotovoltaica aprovechar el despegue que de esta tecnología que se está desarrollando en España".
El acto de inauguración contó también con la presencia del alcalde de Villarta de San Juan, Ángel Antonio Ruiz; la alcaldesa de Puerto Lápice, Ana María Contreras; el alcalde de Arenas de San Juan, Alberto Sánchez; y el presidente de Hyperion S.L., Pedro Manuel Bastos.
Hyperion Energy Investments es una de las empresas impulsoras de la puesta en marcha de 14 plantas termosolares, la mayoría de ellas en las provincias de Toledo y Ciudad Real, con una inversión por parte de los promotores de 2.000 millones de euros.
Las empresas que rubricaron el convenio fueron Aries Ingeniería y Sistemas S.A.; Capital Energy Desarrollo Eólica y Solar S.L.; ACS Servicios, Comunicaciones y Energía S.L.; Enel Unión FENOSA Renovables; Hyperion Energy Investments, S.L.; Ibercam; Ibereolica Solar, S.L.; Preneal Castilla La Mancha S.A.; Abengoa Solar S.A. y Renovalia.
Este convenio obligará al Gobierno autonómico a impulsar, coordinar y agilizar, dentro de su ámbito competencial, las iniciativas públicas y privadas, vinculadas a la promoción del sector energético renovable, siempre que tales iniciativas gocen de viabilidad técnica a corto o medio plazo, a través de la mejora y desarrollo de tecnología y dentro de las capacidades previsibles de la red.
El convenio obliga a impulsas, ante otras Administraciones, los proyectos solares termoeléctricos de las empresas firmantes que gocen de viabilidad técnica, y que requieran de tramitación ante las mismas al incluirse dentro de su ámbito competencial.
En tercer lugar, el Gobierno de Castilla-La Mancha se compromete a fomentar la diversificación de energías en los diferentes territorios de la Región, con el fin de adecuar el ámbito energético regional a las especiales condiciones geográficas de nuestro territorio, en aras de optimizar el empleo de los recursos naturales autóctonos, susceptibles de aprovechamiento.
Otra obligación derivada de la firma es impulsar el desarrollo de la industria solar en y finalmente contribuir al desarrollo de las políticas de I+D+i en materia de energías renovables en la Región.
Por su parte, las empresas firmantes del convenio se han comprometido a presentar planes industriales y planes de desarrollo tecnológicos. Estos planes, las condiciones de ejecución y las obligaciones de ellos dimanantes se concretarán en convenios específicos con cada uno de los promotores y el Gobierno regional.
La Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha tiene interés en optimizar y desarrollar en su territorio la implantación de las energías solares térmicas, tanto por la contribución de las mismas al objetivo de reducir emisiones de gases de efecto invernadero y la reducción de la dependencia energética de la región, como por la creación de riqueza, empleo, tejido industrial y desarrollos tecnológicos.
Con la firma de este convenio se garantiza por un lado el suministro de energía y su gestionabilidad, en base a las posibilidades de almacenamiento que tiene la energía solar termoeléctrica; y por otro, se sigue consolidando un tejido industrial en relación al sector de las energías renovables, apostando por las fuentes energéticas con mayor potencial de crecimiento.
Las plantas termosolares son mucho más grandes que las fotovoltaicas. Todavía es una tecnología cara (una central de este tipo cuesta entre 200 y 400 millones de euros) pero es muy y prometedora. Su desarrollo tecnológico le permite una particularidad especial: es gestionable porque la energía producida puede almacenarse.
El mayor problema es que el sector no conoce cuál va a ser su futuro a medio plazo. La regulación para el Régimen Especial, establecida en el Real Decreto 661/2007, establecía, tanto para la solar fotovoltaica como para la termosolar, unos objetivos de potencia que quería tener cumplidos para 2010.
En el caso de la termoeléctrica, el techo está en los 500 MW. Una vez se ponga en marcha el 85% de esta potencia, Industria dará un plazo, que la industria estima de unos dos años, para que las plantas que están en construcción o terminando los trámites administrativos se completen y conecten a red. El tope, si las previsiones de las empresas se cumplen, se alcanzará en menos de dos años. De hecho, a finales de 2010, la potencia instalada en energía termosolar duplicará muy probablemente la establecida por la normativa. Y nadie sabe qué pasará a partir de ahí.
Es el momento crítico e inevitable de la negociación, ahora que Industria además dibuja el primer borrador de la futura Ley de Eficiencia Energética y las Energías Renovables. Para la industria, es vital que ya en esa ley se establezca un marco regulatorio estable a largo plazo.
La situación que vivió la industria solar fotovoltaica el año pasado, con crecimientos por encima del 500% en potencia instalada, y su posterior regulación, que ha establecido mecanismos de control y limitación a la expansión de esta energía, da miedo al sector. Nadie quiere repetir la experiencia. Ni siquiera los fabricantes de componentes para plantas termosolares, escasos a nivel mundial.
España lidera la energía solar termoeléctrica a nivel mundial, con empresas como Abengoa o Acciona. Pero para aprovechar las potencialidades del sector, el gobierno debe dar estabilidad y continuidad.